El consejo regulador tiene como objetivo prioritario que el consumidor sepa distinguir esta variedad de la cereza común
CÁCERES, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
La campaña de Picota del Jerte llega a su fin y durante estos días hasta que acabe el mes de julio los consumidores podrán adquirir los últimos cestos de esta fruta, de la que se han producido unos cinco millones de kilogramos.
Una campaña caracterizada por la excelente calidad del producto debido a unas condiciones metereológicas favorables con suficientes horas de frío, con una pluviometría adecuada y ambiente soleado durante la maduración de la fruta.
La picota del Jerte es una variedad originaria y exclusiva del Valle del Jerte, cuya orografía y microclima dan lugar a una fruta con un sabor y textura diferente que la convierte en "la reina de las cerezas", según indicaron fuentes del consejo regulador a Europa Press. Un argumento de calidad es que la picota del Jerte "tiene la pulpa más crujiente, con más consistencia y cualidades que hacen que se conserven durante más tiempo".
Según José Fernández, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte, su "objetivo es que el consumidor final aprenda a diferenciar la picota del Jerte del resto de las cerezas, y la forma más sencilla de conseguirlo es buscar la contraetiqueta de calidad del Consejo Regulador, sólo así tendrá la seguridad de adquirir la auténtica Picota del Jerte".
El Consejo Regulador siempre ha luchado para evitar que se venda cereza por picota del Jerte. "Desde el consejo regulador agradecemos a los consumidores la confianza depositada en nuestra picota, confianza que esperamos continúe en futuras campaña; seguiremos trabajando con el objetivo de mantener en el mismo nivel la calidad inigualable de la Picota del Jerte", añade José Fernández.
