Asegura que abrirán sus puertas en septiembre 13 centros y que no hay "ni uno sólo" que estuviese previsto y no se vaya a poner en marcha
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
El gerente del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, Roberto Rodríguez, cifró hoy en 4 millones de euros el "déficit" de este organismo en el capítulo de inversiones para escuelas infantiles y reveló que se ha encargado una auditoría externa para determinar la situación contable, económica y patrimonial del mismo.
En rueda de prensa, Rodríguez criticó que el nuevo equipo del consorcio encontró a su llegada, el pasado junio, un saldo disponible para inversiones de "apenas 250.000 euros", mientras que "sólo para atender necesidades inaplazables" para que los centros continúen con su actividad se requerían en ese mismo mes 750.000 euros.
"No había dinero para los centros previstos, mucho menos para los no previstos", reprochó, antes de calcular que el "déficit" ronda los 4 millones de euros. La causa es, a juicio del gerente del Consorcio, la "falta de rigor" en la gestión , pues el organismo no contaba con un plan contable, "ni siquiera con un inventario de bienes". Asimismo, atribuyó esta situación a que el Consorcio "dio pasos mucho más largos de lo que le permitían sus piernas".
Así, defendió que el actual equipo hizo "ingeniería presupuestaria" para liberar créditos de otras partidas y poder equipar y poner a punto los centros para el próximo curso. "Pero esto tiene un límite y puedo garantizar que la vaca no da más leche", lamentó y aseguró que, a partir de octubre, recurrirán a cargar gastos al presupuesto de 2010.
En la actualidad, el Consorcio está siendo sometido a una auditoría externa, de la que se conocerán los resultados en octubre, que abarcará la contabilidad, la situación financiera y el patrimonio de que se dispone, dijo el responsable del organismo, que apuntó que hasta el momento las auditorías realizadas fueron únicamente contables.
13 NUEVOS CENTROS Y 753 PLAZAS
Rodríguez explicó que los centros que recibirán alumnos entre cero y tres años por primera vez en septiembre son 13 en total, con 753 nuevas plazas. De ellos, siete son de nueva creación y seis son transmisiones de escuelas municipales.
Además, replicó a las críticas del BNG, que aseguró que hay 40 escuelas infantiles terminadas pero que no se ponen en funcionamiento porque el Gobierno no las equipó. "No hay ni un sólo centro que tuviese previsto iniciar su actividad en este mes de septiembre que este Gobierno no ponga en marcha. Incluso se están abriendo centros que no estaba prevista su puesta en funcionamiento", defendió.
ALCANZAR EL 33% DE PLAZAS PÚBLICAS
Las nuevas plazas suponen un incremento del 5 por ciento, dijo Rodríguez, que especificó que el total de plazas disponibles este curso serán 6.148, que se reparten entre los 25 centros de titularidad de la Consellería de Traballo e Benestar y los 85 gestionados por el Consorcio.
El gerente del Consorcio afirmó que el objetivo "prioritario" es continuar creando plazas y llegar a la ratio recomendada por la Unión Europea del 33 por ciento de plazas públicas en 2010. El Gobierno gallego trabaja para alcanzarla "en el menor tiempo posible", dijo Rodríguez, que apuntó que actualmente Galicia está en el 25 por ciento.
RÉPLICA AL BNG
Rodríguez respondió a las críticas del BNG que, según los documentos elaborados por el bipartito que recibió el nuevo equipo, "no son 40, son 10" las escuelas infantiles previstas para este año, siete de ellas promovidas por el Consorcio y tres por los ayuntamientos. "Las otras 30 no existen. La referencia que se hace a ellas en el informe es simplemente que hay unas 30 más de transmisión municipal, pero no hay convenios firmados por ese número", explicó.
De ellas, continuó, las únicas que podrán entrar en funcionamiento en septiembre son las de Culleredo --primera de iniciativa del Consorcio que se finaliza-- y Ponte Caldelas. Además, respecto a los centros de Valadares, en Vigo, y Monte Alto y Parque de Eirís, en A Coruña, afirmó que "ni siquiera tienen licencia de obra". "Es imposible poner en funcionamiento algo que no está construido, salvo que pretendieran cambiar los mandilones de los niños y ponerles un mono de trabajo y un casco y plantar la escuela a pie de obra", zanjó.
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