El abogado del capitán considera "injustificada" la decisión y asegura que no se tuvo en cuenta "la presunción de inocencia"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
La defensa del capitán del Prestige, Apostolos Mangouras, consideró hoy una "especie de secuestro" el ingreso en prisión durante 83 días del marinero griego tras la catástrofe del buque petrolero ante las costas gallegas, mientras que la representación española consideró que sus argumentos estaban "plagados de imprecisiones".
Así lo explicó uno de los seis abogados de Mangouras, Edward Fitzgerald, durante la vista oral que se celebró hoy ante la Gran Sala del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, que juzga si el Gobierno español violó el Convenio Europeo de los Derechos Humanos cuando en 2002 mantuvo al capitán del Prestige 83 días en prisión bajo una fianza de 3 millones de euros --"demasiado alta"--, que finalmente fue pagada por los dueños del buque.
Durante la vista oral, Edward Fitzgerald describió a Mangouras como "un marinero experimentado" y "de carácter tranquilo" que se vio involucrado en "una fuerte tormenta" en las costas gallegas cuando contaba con 67 años, por lo que atribuyó a causas meteorológicas el accidente.
En esta línea, el abogado consideró que la decisión de mantener 83 días a Apostolos Mangouras en prisión ante el riesgo de fuga fue "injustificada" y criticó que no se tuviese con el "la presunción de inocencia que debe tener todo acusado".
SITUACIÓN FINANCIERA
Además, Fitzgerald criticó ante la Corte que los tribunales españoles "no tuvieron en cuenta la situación personal y financiera" de Mangouras, sobre todo a la hora de imponer la fianza de 3 millones de euros, "que no podría pagar", y de no considerar a la hora de encarcelarlo que se encontraba "fuera de su país".
Por su parte, el abogado del Estado Ignacio Blasco aseguró que la defensa de Fitzgerald está "plagada de imprecisiones" y consideró adecuado el internamiento en prisión de Mangouras ante un "evidente" riesgo de fuga por parte del capitán.
Tras la vista oral pública de hoy, dirigida por el presidente de la Corte Europea de Derechos Humanos, Jean-Paul Costa, los miembros de la Gran Sala iniciaron un periodo de deliberaciones en privado, tras el cual dictarán sentencia en próximas fechas.
