Las denuncias por violencia de género aumentan un 3% en Galicia en el primer semestre de 2023

Publicado: lunes, 20 noviembre 2023 17:38

   En 2022 se alcanzó el máximo histórico de denuncias en la Comunidad

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Las denuncias por violencia de género alcanzaron en Galicia el primer semestre de 2023 las 1.747, aumentando un 3,07% en comparación al mismo periodo del año anterior, cuando se contabilizaron 1.695.

   Así se desprende del Informe de Violencia de Género y Empleo elaborado por el Observatorio de la Vulnerabilidad de la Fundación Adecco con la colaboración de 27 empresas.

   En el estudio se apunta también que en 2022 se alcanzó el máximo histórico en el número de denuncias por violencia de género en las Islas, con un total de 6.995, un 11,7% más que el año anterior y un 14% más que en 2020.

   Por comunidades autónomas, Navarra (56,5%), Extremadura (33,4%) y Castilla y León (25,6%) son las regiones donde se han registrado los mayores incrementos de denuncias por violencia de género. La media nacional del aumento es del 10,92%, habiéndose registrado durante el primer trimestre de este año 46.327 denuncias frente a las 41.765 del mismo periodo del año anterior.

   Justifican el aumento histórico de 2022 por la superación de la pandemia. "En general, se observa que en periodos de crisis o de recesión económica las denuncias tienden a contraerse, como sucedió en el año de la pandemia o en la Gran Recesión. Por otra parte, en etapas más prósperas o de recuperación económica, las denuncias tienden a

   aumentar, debido a una mayor confianza de las mujeres a la hora de visibilizar su situación, sintiéndose más capaces de salir adelante por sí mismas", explican.

LA VIOLENCIA DE GÉNERO ALEJA A LAS MUJERES DEL EMPLEO

   Por otro lado, alertan también de que la violencia de género aleja del empleo a siete de cada 10 mujeres. Así, y preguntadas por su situación y expectativas laborales en el momento de sufrir la violencia, el 70% responde que dicha violencia mermó sus oportunidades laborales, ya sea porque querían buscar empleo pero no se sentían con la seguridad y/o confianza suficientes (65% de los casos) o porque, teniendo trabajo, se vieron forzadas a dejarlo por la presión ejercida por su pareja (35%).

   En el primer caso, es significativo cómo la violencia de género puede erosionar la autoestima de una mujer, haciéndola sentir incapaz o no cualificada para el mundo laboral. En el segundo caso, las mujeres encuestadas afirman que su agresor ejerció un severo control sobre ellas, a través de amenazas, manipulaciones e incluso violencia física, forzándolas a dejar su trabajo, con el resultado de un mayor aislamiento social de la víctima y un refuerzo de la posición de poder de la persona agresora.

   Según relatan, las 350 mujeres que han participado en esta encuesta están superando hoy un difícil proceso de violencia de género y buscan un empleo para reconducir sus vidas. Sin embargo, "no está resultando tarea sencilla", ya que más de la mitad (55,5%) lleva más de un año en situación de desempleo.

   Entre los principales obstáculos o barreras que encuentran en este camino, destacan la inseguridad y la autoestima (65%), el temor a ser localizadas por la persona agresora en el puesto de trabajo (44%), la incompatibilidad de horarios para hacer frente a sus responsabilidades familiares (33%), la ausencia de medios digitales para buscar trabajo (30%) y el desconocimiento a la hora de definir una estrategia de búsqueda de empleo (21%).

   Como se destaca, el desempleo de larga duración acompaña a más de la mitad de las mujeres víctimas en búsqueda activa de trabajo. Esta situación las expone de forma más acusada a la pobreza y al riesgo de exclusión.

   En concreto, la gran mayoría (97,3%) manifiesta algún grado de dificultad para llegar a fin de mes (un 68,4% termina la mensualidad "con mucha dificultad" y un 28,9% lo hace "con dificultad").

   En este sentido, un 64,2% se plantea trabajar de forma irregular, sin estar dada de alta en la Seguridad Social, debido a la urgencia de ingresos para cubrir gastos esenciales.

   Consideran también que, en ocasiones, la condición de víctima de violencia de género se asocia erróneamente a determinados rasgos de la personalidad, creando una burbuja de desinformación que puede frenar su contratación.

   La existencia de estos estereotipos se ve reflejada en los datos de la encuesta: un 72,7% de las mujeres prefiere no revelar su situación en las entrevistas de trabajo, ante el temor a ser descartada debido a prejuicios que asocian a las mujeres víctimas con "personalidades inseguras", "conflictivas" o "absentistas". El 27,3% restante sí lo comunica, al considerarlo necesario para su seguridad.

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