VIGO, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha llevado a cabo este martes en el marco de la 'Operación Chukis', contra una banda juvenil que supuestamente organizaba peleas violentas en el Val Miñor (Pontevedra), dos nuevas detenciones y ha abierto diligencias a otros tres jóvenes, de distintas nacionalidades y todos ellos residentes en la ciudad de Vigo.
Según el Instituto Armado, esta nueva actuación la han realizado componentes del Puesto Principal de Baiona-Nigrán en una segunda fase de la operación, en la que se ha detenido por pertenencia a grupo criminal a J.I.C., de 19 años y L.N.C.J., de 21 y nacionalidad boliviana, y se investiga por el mismo delito a N.A.V.T., uruguayo de 21 años; Y.A.S., dominicano de 18; y R.M.F., de 23 años.
Todos ellos han sido trasladados en la mañana de este martes a las dependencias oficiales de la Guardia Civil de Vigo, donde se les instruyeron diligencias para su remisión, junto a los dos detenidos, al Juzgado de Instrucción número cinco de Vigo, que es el que se encuentra a cargo de la causa.
Estas personas se suman a los otros 9 jóvenes y tres menores de edad detenidos el pasado 4 de febrero, dos de los cuales --los considerados cabecillas-- fueron puestos en libertad al día siguiente por el juzgado con una orden de alejamiento de las inmediaciones de la discoteca Ramallosa 2000, mientras que el resto quedaron libres con cargos en sede policial.
En todo caso, el Instituto Armado ha comunicado que la operación, por la que se atribuye a la banda juvenil casi un centenar de incidentes --agresiones físicas y verbales, peleas, riñas tumultuarias...--, permanece abierta y no se descarta que pueda haber nuevos detenidos e investigados próximamente.
INVESTIGACIÓN DE MESES
El Instituto Armado ha confirmado que la investigación se inició hace meses, y que este grupo de jóvenes, algunos españoles y otros sudamericanos, está detrás de numerosos incidentes en la zona del Val Miñor, especialmente en las inmediaciones de la discoteca Ramallosa 2000, de Nigrán (Pontevedra), registrados durante el último año.
Así, ha ratificado que, en relación con sus actuaciones delictivas, se tramitaron 11 atestados por lesiones, robos con violencia, hurtos, desobediencia, riña tumultuaria, etc. También se tramitaron 70 denuncias administrativas por alteración del orden público y consumo de estupefacientes, entre otros.
La Guardia Civil ha apuntado que este grupo actuaba "con la única finalidad de sembrar el miedo" y hacerse "respetar" ante otros jóvenes y su actuación suponía un "serio problema de seguridad ciudadana" y había generado "una gran alarma social". De hecho, se ha identificado a un total de 41 jóvenes, y muchos de ellos tienen "un amplio historial de antecedentes delictivos".
