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MADRID/SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la ministra de Fomento, Ana Pastor, arroparán este sábado al jefe de filas del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, en su toma de posesión como presidente para el que será su segundo mandato al frente de la Xunta. Tendrá lugar en el Pazo do Hórreo y, a diferencia de lo ocurrido en 2009, el líder popular ha decidido romper con la tradición instaurada por Manuel Fraga de celebrar un segundo acto más festivo en la Praza do Obradoiro.
Fuentes del Gobierno han confirmado a Europa Press que tanto la vicepresidenta como la titular de Fomento, vinculada con Pontevedra, estarán en el acto que tendrá lugar este sábado. En él, si Núñez Feijóo repite los pasos que dio en abril de 2009, cuando recuperó la mayoría absoluta para el PPdeG, prometerá su cargo y pronunciará unas palabras. Apenas "24 horas después", el domingo, designará a su gobierno, en el que se esperan pocos nombres nuevos.
Previamente, conforme el protocolo previsto, Feijóo será investido presidente de la Xunta este jueves con el voto favorable de sus 41 diputados y el rechazo de los tres grupos que conforman la oposición en la Cámara autonómica --PSdeG, Alternativa Galega de Esquerda y BNG--, transcurrido el margen temporal que fija el reglamento desde la lectura de su discurso de investidura, que pronunció este martes.
Sin variar sus recetas de "austeridad" y "solvencia" en las cuentas públicas, Núñez Feijóo anticipó en la primera jornada del pleno de investidura que tomará las riendas de la Xunta en su segundo mandato con el reto de reorientar también sus políticas hacia el crecimiento económico, que espera a partir de 2015 "tras dos años de transición económica". Aunque da por hecho que no habrá freno para el "avance" de Galicia, que sitúa entre las "primeras" autonomías en salir de la crisis.
Previsiblemente, el sábado reforzará este mensaje en una jornada en la que la principal novedad será que no tendrá lugar el tradicional acto del Obradoiro, sustituido, en palabras del propio líder popular, por otro acto que será "igual de solemne" y más "sencillo" conforme exige, a su entender, la situación actual. De hecho, ha alegado que, aunque le "gustaría" hacer una toma de posesión "más civil y popular" en el Obradoiro, la situación exige "reinterpretar cuál es el sentido general de la ciudadanía".
