La ciudad lusa anima a los compostelanos a conocerla a través de sus platos gastronómicos
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Santiago de Compostela y de Braga colaborarán en materia turística y estarán unidas por la gastronomía a raíz de una campaña que busca promover "los valores turísticos, culturales y de hermandad" de estas dos ciudades.
El concejal de Promoción Económica y Turismo de Santiago, Xosé Manuel Iglesias, y la responsable de Turismo y Actividades Económicas de Braga, Ana Paula Pereira, presentaron hoy, en la capital gallega, la campaña 'Braga a la Mesa' y un protocolo de colaboración.
El turismo portugués es un objetivo prioritario para el Ayuntamiento de Santiago y de ahí esta colaboración que se espera extender en el tiempo. Con esta iniciativa se busca promover "los valores turísticos, culturales y de hermandad" de ambas ciudades, según indicó Iglesias.
INICIATIVA GASTRONÓMICA
'Braga a la Mesa' es un ejemplo de esta unión de objetivos con una ciudad lusa situada a 185 kilómetros de Santiago. Ana Paula Pereira explicó que "se traza un itinerario turístico de nuestras ciudades a través de la gastronomía, potenciando a la vez los demás valores de las mismas".
Esta campaña invita a los potenciales visitantes de Braga, en este caso a los compostelanos, a acudir a esta villa en los fines de semana hasta el 30 de noviembre. Se trata de descubrir la gastronomía local a la vez que se disfruta de los museos de la villa.
Unos 50 restaurantes de Braga participan en esta iniciativa, que promueve la gastronomía portuguesa. Los establecimientos ofrecen platos tradicionales de Braga y del Miño. En los menús no faltarán platos como las 'pataniscas', los 'bolinhos de bacalhau', las 'papas de Serrabulho', el 'bacalhau a la Braga', el arroz de pato, el 'pudim Abade de Priscos' o las 'rabanadas', entre muchos otros.
Y después de comer, los comensales recibirán un vale que les permitirá visitar el museo elegido con un 50% de descuento. Hasta ocho museos podrá escoger el visitante, además de los tres más que tienen entrada libre. Una oportunidad pues para vivir Braga de un modo diferente, sin descuidar tampoco los sus callejeros romano y barroco.
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