La USC experimentó en 2021 con 18.600 animales, una "licencia" concedida por la sociedad para que la ciencia avance

Un técnico del Centro de Biomedicina Experimental de Galicia, el centro especializado de la USC en experimentación animal
Un técnico del Centro de Biomedicina Experimental de Galicia, el centro especializado de la USC en experimentación animal - EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 16 junio 2022 14:39

   La universidad santiaguesa tiene desde 2019 un centro especializado en investigación animal que cuenta con equipos "punteros"

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

   "La experimentación con animales es un lujo que parte de una licencia que la sociedad concede a la ciencia para que siga avanzando". Son palabras de Anxo Vidal, profesor de Biología en la Universidade de Santiago de Compostela y uno de los responsables del Centro de Biomedicina Experimental (Cebega), centro singular especializado en la investigación con animales.

   Puesto en marcha en el año 2019, el Cebega ha celebrado este jueves una jornada de puertas abiertas para mostrar, en la línea de las directivas de transparencia a nivel europeo y estatal, el trabajo que se realiza en este gran laboratorio, dotado con tecnología puntera y donde desempeñan sus funciones un equipo de unos 20 técnicos, además de investigadores de otras universidades y entidades privadas que llegan al centro santiagués para el desarrollo de sus proyectos.

   El Cebega es uno de los cuatro centros de la USC donde se experimenta con animales junto con los acuarios de la Facultade de Bioloxía (Santiago) y de la RIADT (Lugo) y el animalario del campus de Lugo. En ellos, el pasado año se emplearon 18.656 animales para experimentos, unos 2.500 menos que en 2020 y 5.000 menos que en 2019.

   De estos, casi el 70% fueron ratones, especie en la que está centrado el trabajo del Cebega por el momento, pues está a la espera de la puesta en marcha del área que irá destinada a la experimentación con pez cebra. El resto de animales empleados (la USC limita a un uso por animal) fueron ratas (11,5%), conejos (0,4%), pez cebra (2,6%) y otros peces (15,7%).

   En esta última categoría, la única que no experimenta un incremento en el número de uso respecto al año anterior, se engloban las especies de consumo para los humanos, como el rodaballo (1.111), lubina (260) y lenguado (1.561).

   Con todo, la tendencia que apuntan las estadísticas (todos los centros investigadores que operan con animales están obligados a reportar anualmente las cifras) es un descenso generalizado en el empleo de animales de experimentación, inclinación que también reflejan la USC, con una caída del 21% respecto a 2019, último ejercicio de referencia tras dos años marcados por la pandemia.

EXPERIMENTACIÓN ANIMAL, ALGO "IMPRESCINDIBLE"

   "La evolución nos dirá si esa disminución se mantiene y se debe a que se fortalecen las alternativas de investigación o está vinculado a una disminución del trabajo de los grupos", ha apuntado el profesor Anxo Vidal durante la presentación del balance de actividad en la USC.

   En ella ha recordado que la premisa con la que trabajan estos centros es avanzar hacia la "sustitución completa" de los animales en los procedimientos científicos, un objetivo que ha sido declarado recientemente como "prioritario" por parte del Ministerio de Ciencia e Innovación.

   El horizonte, como ha aclarado Vidal, es que los experimentos que en la actualidad se hacen sobre animales puedan llevarse a cabo en otros seres como los invertebrados (que son muy empleados en ciencia pero no computan en las estadísticas al no ser considerados animales por su ausencia de "sensibilidad") o en reproducciones biológicas.

   "La sociedad no puede ahora mismo prescindir de la experimentación con animales, lo que hay que hacer es garantizar que se realice en las mejores condiciones científicas y animales", ha remarcado el profesor, quien ha subrayado en que la pandemia de covid-19 y el desarrollo de la vacuna ha puesto de relevo la necesidad para la sociedad del uso de animales para la experimentación científica.

GENERAR CONOCIMIENTO, FINALIDAD PRINCIPAL

   La investigación básica, es decir, la generación conocimiento; es la finalidad principal para que la que se emplean en los centros de la USC la experimentación animal. Y dentro de este campo, al que se orienta el 70% de los proyectos, avanzar en el estudio del sistema endocrino y el metabolismo es el propósito mayoritario con 8.460 animales empleados.

   El sistema cardiovascular, sanguíneo y linfático (9,1%), el multistémico (5,7%), el sistema gastrointestinal (4,1%), el nervioso (4%), oncología (3,8%) o el sistema urogenital y reproductor (3%) son otras de las áreas de la ciencia más comunes en investigación básica.

   En cuanto a la investigación traslacional y aplicada --avance en el combate de enfermedades--, más de la mitad de los 5.263 animales usados fueron para el estudio de enfermedades que afectan a los propios animales, fundamentalmente para los peces de consumo humano, ya que se desarrollan numerosos proyectos para el desarrollo de vacunas y tratamientos en estas especies.

   Son estos también los que sufren consecuencias más graves a los tratamientos, con un índice de mortalidad elevado al ser sometidos a infecciones experimentales para los fines antes citados.

   Por detrás, en 2021 hubo en los centros de la USC 1.380 experimentos en animales para el estudio de enfermedades nerviosas y mentales humanas (el 26,2% del total de investigaciones traslacionales y aplicadas), 550 para el bienestar de animales, 494 para otras enfermedades humanas y 83 específicas para el cáncer.

   Las cifras reveladas este jueves por la USC también hacen referencia a las consecuencias sobre los animales de los tratamientos o pruebas a los que son sometidos. Así, el 56,9% sufrieron efectos catalogados como 'leves', el 22% 'moderados', el 15,7%, 'severos'; y el 5,4%, 'sin recuperación' --estos últimos fueron sometidos a un procedimiento con anestesia y nunca volvieron a recuperar la consciencia--.

   El profesor Vidal ha explicado que existen una serie de protocolos para tratar de medir el grado de sufrimiento que está padeciendo el animal en aras de minimizarlo o, llegado al punto, proceder a sacrificarlo.

UNAS INSTALACIONES "PUNTERAS"

   El Cebega, centro "hermano" del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas --una de las 'joyas de la corona' de la USC--, dispone de unas instalaciones de 6.000 metros dotados con tecnología puntera.

   Allí trabajan en torno a 20 técnicos propios del centro, a los que se suman los investigadores procedentes de otras universidades y entidades privadas que desarrollan sus proyectos en las instalaciones del Cebega.

   En la actualidad, se llevan a cabo unos 50 proyectos en este centro, que cuenta con sistemas de alimentación energética propia para evitar que eventualidades como cortes de luz afectan el funcionamiento de unas instalaciones "en las que no hay ni festivos ni fines de semana" porque "todos las horas y todos los días cuentan".

   A la espera de la puesta en marcha del apartado de animales acuáticos, el Cebega tiene ahora cinco áreas en funcionamiento: cría, experimentación y cuarentena para roedores, además de una zona de lavado y esterilización y otra para otras especies.

   Todas ellas son independientes y el acceso está limitado a los técnicos que se dedican a cada una de ellas, monitorizadas con medidores ambientales y dotadas de sistemas de renovación constante. Además, para entrar en las zonas, las personas deben equiparse con un EPI y tomar una ducha de aire para evitar la contaminación de los espacios con elementos del exterior.

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