PALMA DE MALLORCA, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El Servicio de Caza del Consell de Mallorca ha aprobado por unanimidad la resolución anual de vedas para 2020-2021, que este año contiene cambios respecto de la captura de la tórtola salvaje, que incluyen, entre otras, la limitación de las capturas a las mañanas de cuatro domingos de verano.
Según ha informado la institución insular en un comunicado, esta especie (Streptopelia turtur) ha sufrido una disminución importante en gran parte del territorio europeo y el Consell de Mallorca ha ido tomando medidas desde el 2017 para contribuir a conservarla.
El conseller de Promoción Económica y Desarrollo Local, Jaume Alzamora, ha explicado que en estos momentos "no hay ninguna directriz estatal ni europea" que regule la caza de la tórtola más de lo que el Consell ya ha regulado en los últimos años.
Sin embargo, ha añadido que entienden que la caza se tiene que hacer "de manera sostenible" y garantizando la preservación de las especies.
En este sentido, ha explicado que se ha hecho una propuesta al sector con el objetivo de reducir la presión cinegética sobre la tórtola y, sobre todo, fomentar que se mantengan elementos que contribuyen a su conservación de la especie hasta el periodo premigratorio, como hacer siembras específicas o colocar abrevaderos.
El Consell ha detallado en la nota las medidas específicas que afectan la caza de la tórtola salvaje en esta nueva resolución. Así, se mantiene el máximo de tres capturas por cazador y día y solo se permite cazar cuatro domingos de verano: 23 y 30 de agosto y 6 y 13 de septiembre. Esto supone que este 2020 solo se cacen tórtolas en cotos privados y no en terrenos libres.
Igualmente, se limita por las mañanas de estos cuatro domingos hasta las 12.00 horas y se elimina, por lo tanto, la caza del atardecer respecto del 2019.
Combinada con la caza de la paloma torcaz también por las mañanas, han indicado, esta medida va ligada a la gestión de los cotos en términos de mantenimiento de agua y mejoras.
El Consell ha explicado también que se establecen limitaciones respecto de los lugares de caza por no perturbar las tórtolas cuando beban. En este sentido, no se puede cazar en un radio de 30 metros de abrevaderos ni comederos y tampoco se puede cazar a menos de 100 metros de puntos de agua naturales o artificiales de más de 30 metros cuadrados.
Además, en caso de tiro a lugar fijo, los lugares de tiro tienen que estar separados por un mínimo de 50 metros.
REDUCCIÓN DE LA CAZA
La institución insular ha recordado que desde 2017 se ha aplicado hasta un 50 por ciento de reducción en la caza de la tórtola salvaje, puesto que se ha pasado de seis a tres capturas por cazador y día.
Además, el año pasado, en un consejo de caza extraordinario, se avanzó la fecha de final de caza de la tórtola al 15 de septiembre para reducir la presión cinegética sobre los ejemplares antes de la migración.
