PALMA, 11 May. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, a través de la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal, conmemora el Día Mundial de las Aves Migratorias, que este año se centra en la importancia de los insectos para conservarlas.
En una nota de prensa, la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural ha informado que este sábado se suma a la conmemoración del Día Mundial de las Aves Migratorias. Los objetivos principales de esta celebración, que se inició el año 2006, son crear conciencia sobre la necesidad de conservar las aves y sus hábitats, recordar su importancia ecológica y las amenazas que las asedian, y reforzar la cooperación internacional para protegerlas y conservarlas.
Este año, la jornada central de la celebración del Día Mundial de las Aves Migratorias ha sido este sábado, 11 de mayo, día en el que se han destacado los problemas relacionados con la disminución de las poblaciones de insectos a nivel general y la importancia que tienen para las aves.
En este sentido, la Dirección General de Medio Natural y Gestión Forestal quiere recalcar que los insectos son una fuente esencial de energía para muchas especies migratorias que hacen paradas estratégicas durante su viaje. Mientras están migrando, las aves buscan insectos en todos los hábitats que atraviesan y ejercen una tarea de control de sus poblaciones. Sin embargo, la pérdida de hábitats o de su calidad puede amenazar el éxito del proceso de migración de estas aves; por ello, durante este Día Mundial se quiere incidir en la adopción de medidas proactivas para conservarlos.
Hay que recordar que Baleares tiene una elevada importancia en la conservación de las aves migratorias por su localización estratégica --justo en medio del Mediterráneo occidental-- y forman parte de este conjunto de pequeñas islas del Mediterráneo que sirven de zona de parada. Cada año, millones de aves migratorias de más de 235 especies diferentes vienen y atraviesan las Islas en su migración prenupcial --en la primavera y previa a la reproducción-- y postnupcial --en otoño y posterior a la cría-- y hacen paradas para alimentar y coger fuerzas para continuar sus largos viajes.
La protección de las especies y los hábitats permite que este trayecto llegue a buen puerto. Algunas aves quedan en Baleares a pasar temporadas, otras solo están de paso y otras solamente sobrevuelan el archipiélago sin pararse. La existencia de hábitats y espacios naturales protegidos y bien conservados es de vital importancia para que las aves puedan descansar y alimentarse. En las Islas hay un total de 151.305,50 hectáreas catalogadas como zonas de especial protección para las aves (ZEPA). Además, se dispone de siete parques naturales, un parque nacional marítimo-terrestre, un paraje natural y dos reservas naturales.
LAS AVES MIGRATORIAS EN EL PARQUE NATURAL DE S'ALBUFERA DE MALLORCA
Cada año más especies crían en el Parque Natural de S'Albufera de Mallorca. Sin embargo, en los últimos 15 años el número de ejemplares migrantes ha disminuido considerablemente por razones desconocidas. Antes llegaban grandes bandadas de algunas especies como, por ejemplo, el correlimos común (Calidris alpina), el combatiente (Calidris pugnax), el correlimos zarapitín (Calidris ferruginea) o el cerceta carretona (Spatula querquedula), pero ahora los que vienen son escasos.
La disminución de las bandadas de limícolas migratorias es una constante no solo en la Albufera, también en el resto de zonas húmedas de la isla, por lo que las causas no pueden ser locales y, seguramente, tienen que ver con el cambio global --climático y ambiental-- de muchos lugares de Europa y África, hecho que afecta notablemente a las especies migratorias.
Desde la creación del Parque, hace 35 años, se han contabilizado hasta 55 especies de aves migratorias puras --es decir, especies que solo se detectan durante los pasos migratorios--. También hay registradas 141 especies más, que tienen una parte de la población que se queda en la Albufera a pasar el verano o el invierno como, por ejemplo, la fredeluga (Vanellus vanellus) o la garza imperial (Ardea purpurea), así como una cuarentena de aves accidentales o divagantes más.
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