MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha asegurado este jueves que entre sus objetivos figura mantener conversaciones serias con Israel para poner fin a la ocupación y establecer un estado palestino independiente de cara a 2017.
Las palabras de Abbas han llegado un día después de que Jordania presentara ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas un borrador de resolución que pide un acuerdo de paz entre Israel y Palestina que "cumpla la visión de dos estados independientes, democráticos y prósperos" en el plazo de un año.
Así, ha defendido que este proyecto supondrá el inicio de un año de negociaciones que pondrá fin a la ocupación, recalcando que el intento forma parte de la lucha política por la independencia, según ha informado la agencia oficial palestina de noticias, WAFA.
La enviada jordana ante la ONU, Dina Kawar, ha expresado su deseo de que el organismo internacional alcance una decisión unánime sobre la resolución, y varias fuentes diplomáticas han indicado que las negociaciones sobre el texto podrían extenderse varios días o semanas.
Para ser aprobada serían necesarios nueve votos, tras lo que los países con derecho a veto, y especialmente Estados Unidos, firme aliado de Israel, tendrían que decidir si aplican su derecho. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha dicho que Washington "no ha tomado decisión alguna sobre el lenguaje, acercamiento, o cualquier otro asunto".
Francia, Reino Unido y Alemania están preparando un segundo borrador que, según el ministro de Exteriores galo, Laurent Fabius, contempla un plazo de dos años para la finalización de las conversaciones de paz.
El borrador presentado finalmente por Jordania refleja algunas ideas presentadas por los países europeos y ha excluido de su redacción la petición de que Israel ponga fin a su ocupación en noviembre de 2016, algo que Estados Unidos consideró inaceptable aprobar.
El borrador final contempla la formación de dos estados sobre las fronteras en 1967, el cierre de acuerdos de seguridad y el establecimiento de Jerusalén "como capital compartida" de ambos estados "en la que se cumplan las aspiraciones legítimas de todas las partes y en la que se proteja el derecho de culto".
Asimismo, pide "a todas las partes que se abstengan de cualquier acción unilateral e ilegal, incluyendo las actividades en los asentamientos", argumentando que "podría minar la viabilidad de la solución basada en dos estados".
