La AIEA remite definitivamente a Irán ante el Consejo de Seguridad de la ONU por su programa nuclear

MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

La reunión de la Junta de Gobernadores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) concluyó hoy en Viena sin que los 35 países miembros cambiaran de opinión respecto a la necesidad de remitir a Irán ante el Consejo de Seguridad de la ONU por su programa nuclear, según informaron a Europa Press fuentes de la agencia de Naciones Unidas en Viena.

"En la reunión de la Junta de Gobernadores de febrero ya se acordó remitir a Irán al Consejo de Seguridad, pero se pidió que no se considerara su caso hasta que el director de la AIEA, Mohamed ElBaradei, no presentara su nuevo informe sobre el programa nuclear iraní", recordó la citada fuente, precisando que puesto que no ha habido un cambio, la AIEA "remitirá ahora el informe de ElBaradei" al Consejo.

Los países europeos y Estados Unidos lograron convencer en la anterior sesión de la AIEA, el pasado 4 de febrero, a Rusia y China, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, para que accediera a llevar a Irán ante el máximo órgano de la ONU debido a las dudas que plantea su programa nuclear, que se teme no tenga fines exclusivamente pacíficos.

Desde entonces, Irán mantuvo una ronda de consultas con distintos miembros de la comunidad internacional en un intento por frenar la medida, que podría conllevar la imposición de sanciones contra Teherán. Así, una delegación iraní viajó la semana pasada a Rusia para discutir sobre la propuesta de Moscú que de Irán realice el enriquecimiento de su uranio en territorio ruso, sin llegar a ningún resultado.

Asimismo, Teherán mantuvo un encuentro el viernes con los representantes de la 'troika' europea --Alemania, Francia y Reino Unido--, para intentar alcanzar algún compromiso de última hora que evitara llevar la cuestión ante el Consejo de Seguridad. Los europeos, al igual que Estados Unidos, insisten en que Teherán debe suspender todas las actividades de enriquecimiento de uranio, algo a lo que los iraníes se niegan, asegurando que tienen "derecho" a contar con energía nuclear para fines civiles.