Protestas palestinas por el 70º aniversario de la 'Nakba'
REUTERS / IBRAHEEM ABU MUSTAFA
Actualizado: martes, 15 mayo 2018 23:59

JERUSALÉN, 15 (Reuters/EP)

Dos palestinos han muerto este martes por disparos de militares israelíes en una nueva jornada de protestas en la que han sido enterrados los 60 fallecidos el lunes en la frontera entre la Franja de Gaza e Israel.

Con estos son ya 107 los gazacíes muertos y 11.000 los heridos --3.500 por herida de bala-- desde el inicio de las protestas. Este lunes, Yihad Islámica ha publicado tres fotografías de miembros uniformados muertos cuando participaban en las protestas. Además, el Ministerio del Interior de Gaza, controlado por Hamás, ha publicado fotografías de diez miembros de las fuerzas de seguridad que murieron en las protestas mientras trabajaban desarmados para vigilar a la multitud.

En Cisjordania la mayoría de los comercios han cerrado sus puertas para la huelga general convocada por las autoridades palestinas y se ha podido escuchar una sirena durante 70 segundos en recuerdo de la Nakba o Catástrofe que supuso el éxodo de palestinos tras la creación del Estado de Israel en 1948.

En Gaza las protestas se han concentrado en las acampadas levantadas cerca de la valla de separación, aunque esporádicamente los manifestantes se han acercado a la valla con neumáticos incendiados y lanzando piedras. También ha habido intentos de lanzar cometas incendiarias hacia territorio israelí.

Las movilizaciones en Gaza han sido de menor entidad que el lunes, con unos 4.000 participantes según el Ejército israelí, y se han concentrado en los actos en memoria de los fallecidos y no en la valla. "Con almas y sangre redimimos a nuestros mártires", han coreado los manifestantes durante los funerales.

FUNERAL POR LA BEBÉ DE OCHO MESES

Cientos de personas han participado en el funeral por Leila al Ghandur, un bebé de ocho meses que murió el lunes y que hoy ha sido homenajeado envuelto en una bandera palestina. "Dejad que se quede conmigo. Es demasiado pronto para que se vaya", se ha lamentado su madre entre lágrimas mientras abrazaba el cadáver contra su pecho. La familia asegura que la niña murió debido a la inhalación de gas lacrimógeno.

En los hostpiales de Gaza, las familias abarrotan las salas mientras los heridos aguardaban a recibir tratamiento. Bassem Ibrahim asegura que recibió un disparo en una pierna y que en algunos momentos temió perder la pierna por la falta de atención.

"No hay muchos médicos. No pueden ver a todos y hay muchos heridos", ha relatado Ibrahim, de 23 años. "El número es increíble y no tienen tiempo", ha apostillado.

Mientras, en la frontera, los militares mantienen sus posiciones de francotirador por si se producen más protestas. También hay carros de combate desplegados. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha responsabilizado a Hamás por la violencia. "Están empujando a los civiles --mujeres y niños-- a la línea de fuego con intención de que haya víctimas. Intentamos minimizar las víctimas para presionar a Israel. Es algo horrible", ha declarado Netanyahu.

Estados Unidos ha respaldado el argumento a través de la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, quien ha lamentado la pérdida de vidas, pero ha responsabilizado a Hamás por "la misseria que afronta la gente de Gaza". "El traslado de la Embajada estadounidense a Jerusalén es "una excusa para encolerizar a la gente y fomentar la violencia", ha explicado.

OLA DE VIOLENCIA

La matanza perpetrada el lunes en Gaza es la peor en un solo día desde que el 30 de marzo comenzaron las manifestaciones de cara a la Nakba (Catástrofe), que recuerda cada 15 de mayo el éxodo de los palestinos tras la creación del Estado de Israel. Desde entonces, cerca de un centenar de palestinos, incluidos niños, ha muerto sin que haya ni una baja israelí.

Las protestas del lunes se exacerbaron coincidiendo con la ceremonia inaugural de la nueva Embajada de Estados Unidos en Israel, que ha sido trasladada de Tel Aviv a Jerusalén. Esto supone el reconocimiento de la ciudad santa como capital israelí por parte de la potencia norteamericana, lo cual rompe el único punto de consenso internacional: que el estatus de Jerusalén, que ambas partes reivindican como propia, debía decidirse en un eventual diálogo de paz.

Unos 40.000 palestinos se concentraron el lunes a lo largo de la frontera entre la Franja de Gaza e Israel en trece localizaciones distintas desde primera hora y hasta las 17.30 (hora local), cuando Hamás, que ha admitido estar detrás de las protestas, ordenó la retirada.

Testigos consultados por las agencias de noticias palestinas Wafa y Maan han declarado que las fuerzas hebreas usaron gases lacrimógenos y munición real contra los manifestantes. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), por su parte, han acusado a los palestinos de emplear armas de fuego, cócteles molotov y otros explosivos y de intentar traspasar la valla limítrofe.

El elevado número de víctimas ha suscitado la crítica de toda la comunidad internacional a excepción de Estados Unidos, que una vez más se ha posicionado junto a su aliado Israel.

El elevado número de víctimas ha suscitado la crítica de toda la comunidad internacional a excepción de Estados Unidos, que una vez más se ha posicionado junto a su aliado Israel. Ambos han culpado a Hamás del baño de sangre por empujar a los palestinos hacia "un terrible riesgo", en alusión a las tropas hebreas. La facción palestina, por su parte, ha llamado a una nueva intifada.

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