MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Al menos seis personas han muerto y ocho están desaparecidas por la erupción del volcán de la Isla Blanca, también conocida como Whakaari, en el norte de Nueva Zelanda, según un balance actualizado ofrecido este lunes por la Policía, que ha descartado que haya señales de vida en la zona.
En el momento de la erupción, había en la isla 47 personas, de las cuales la mitad eran de nacionalidad australiana. Las autoridades locales también han confirmado la presencia de turistas de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, China y Malasia, así como de cinco ciudadanos de Nueva Zelanda, informa el 'New Zealand Herald'.
Treinta y una personas seguían este lunes en el hospital por quemaduras, mientras que otras tres han recibido ya el alta. La Policía ha confirmado este martes la localización de un sexto cadáver en la isla, mientras busca a otras ocho personas desaparecidos a las que se da ya por muertas por la virulencia de la erupción.
La primera ministra, Jacinda Ardern, ha lamentado ante el Parlamento que "la magnitud de esta tragedia es devastadora". "A quienes han perdido o tienen desaparecido a algún familiar o amigo, les trasladamos nuestras condolencias. Estamos devastados", ha declarado, según la agencia Reuters.
Ardern ha agradecido de forma particular la labor de los cuatro pilotos de helicóptero que aterrizaron en la Isla Blanca tras la erupción, ya que considera que "tomaron una decisión increíblemente valiente en circunstancias extremadamente peligrosas".
Asimismo, ha resaltado que los equipos de rescate esperan poder acceder el miércoles a la isla. "Eso es lo que espera todo el mundo", ha dicho, en una entrevista concedida a la agencia de noticias Reuters.
Ardern ha manifestado además que los funcionarios de la respuesta de emergencia se reunirán a primera hora del miércoles "para empezar de nuevo el proceso e intentar obtener toda la información para adoptar decisiones tan rápido como sea posible".
La Policía ha admitido en un comunicado que la identificación de las víctimas será "compleja", habida cuenta del estado en el que se encuentran algunos cuerpos. La institución ha confirmado, además, la apertura de pesquisas para esclarecer lo ocurrido, si bien ha matizado que por ahora no se trata de una investigación penal, como llegó a apuntar en un primer momento.
Los equipos de rescate no han podido acceder a la isla, cubierta por una nueve gris. La agencia geológica de Nueva Zelanda ha advertido de que hay un 50 por ciento de probabilidades de que se produzca una segunda explosión en un plazo de 24 horas.
