SÍDNEY, 30 Oct. (Reuters/EP) -
La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Marisa Payne, ha afirmado este miércoles que Canberra responsabilizará a China de violaciones de Derechos Humanos y ha insistido en que permanecer en silencio sobre asuntos delicados no es de interés nacional australiano.
Las relaciones entre Canberra y su socio comercial más importante se han deteriorado en los últimos años en medio de acusaciones de que China se está entrometiendo en los asuntos internos de Australia. Canberra también teme que China busque una influencia indebida en la región del Pacífico.
"Debemos respetar la soberanía de los demás, pero continuaremos de forma constante planteando cuestiones como los Derechos Humanos, incluido, como he dicho, con China", ha señalado Payne.
"Hacer la vista gorda a todas las violaciones de Derechos Humanos significa aceptar un comportamiento que socava los cimientos de la paz y la estabilidad internacionales. Donde no hay desafío, no hay progreso", ha aseverado la ministra australiana.
Pekín es el mayor socio comercial de Australia, con un comercio bilateral por valor de más de 180.000 millones de dólares australianos (alrededor de 111.150 millones de euros) en 2018.
El ministro del Interior australiano, Peter Dutton, afirmó a principios de este mes que China tenía como objetivo a partidos políticos y universidades del país, lo que provocó una fuerte reprimenda de Pekín.
La Inteligencia de Australia determinó que China era responsable de un ciberataque contra el Parlamento del país y los tres partidos políticos más grandes antes de las elecciones generales celebradas en mayo, según cinco fuentes con conocimiento directo del asunto. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino negó su participación en el ciberataque.
