BEIRUT, 9 Nov. (Reuters/EP) -
El presidente de la Asociación de la Banca de Líbano, Salim Sfeir, ha comparecido este sábado en rueda de prensa para asegurar que no hay peligro para los depósitos de los ciudadanos y pedir calma pese a la ola de protestas que sacude el país y las restricciones a la retirada de efectivo.
Los bancos reabrieron ya hace una semana, aunque con restricciones para evitar una fuga de capitales fuera del país pese a que el banco central no ha impuesto normas generales. "Confirmamos que el dinero de los depósitos está segura y lo que está ocurriendo no tiene nada que ver con la solvencia y , por consiguiente, no hay necesidad de caer en el pánico", ha argumentado.
Sfeir ha explicado que han solicitado al banco central, el Banco de Líbano, "que faciliten las necesidades de los depositantes, en particular de los pequeños ahorradores, para preservar su estatus económicos y social".
Sfeir ha comparecido tras reunirse con el presidente libanés, Michel Aoun, y los ministros de Finanzas y Economía, el gobernador del banco central y otros altos cargos para abordar la situación económica.
Las protestas comenzaron el pasado 17 de octubre con un discurso contra la élite política y el sistema sectario consagrado en la Constitución. Todo ello se suma a la peor crisis económica en Líbano desde la guerra civil de 1975-1990. El 29 de octubre el primer ministro Saad Hariri anunció su dimisión.
Este sábado se han vuelto a congregar los manifestantes en el centro de Beirut de nuevo en un ambiente festivo en el que predominan las banderas libanesas y la música de los altavoces. También ha habido manifestaciones en la segunda ciudad del país, Trípoli.
"La situación económica era tan mala que la gente no podía soportarlo más", ha argumentado una de las manifestantes, Nadine Sangari, una trabajadora del sector público.
