Bruselas y Teherán confirman que los implicados son un cooperante belga y un diplomático iraní
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Omán han confirmado este viernes que está mediando en un intercambio de presos en marcha entre Bélgica e Irán tras "un acuerdo entre ambas partes" que implica la liberación del diplomático iraní Asadolá Asadi y al cooperante belga Olivier Vandecasteele.
"En línea con las órdenes de Su Majestad el sultán Haizam bin Tarik y para cumplir las peticiones de los gobiernos iraní y belga para ayudar a la hora de resolver el asunto de los ciudadanos detenidos en ambos países, los esfuerzos omaníes han dado como resultado un acuerdo entre ambas partes para un intercambio mutuo", ha dicho el Ministerio de Exteriores omaní.
Así, ha especificado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Twitter que "los individuos liberados han sido trasladados este viernes, 26 de mayo, a Mascate desde Teherán y Bruselas de cara a su retorno a sus respectivos países". "El sultanato de Omán aprecia el espíritu positivo que ha prevalecido durante las discusiones en Mascate entre las partes iraní y belga, así como su compromiso para resolver este asunto humanitario", ha remachado.
Poco después, el primer ministro belga, Alexander de Croo, ha destacado que Vandecasteele "está de camino a Bélgica". "Si todo va como está previsto, esta tarde estará entre nosotros, por fin libre", ha resaltado en un mensaje grabado. De Croo ha manifestado que el cooperante fue trasladado durante la noche del jueves a Omán, donde fue recibido "por un equipo de militares belgas y diplomáticos".
"Esta mañana ha sido sometido a una serie de pruebas médicas para establecer su estado de salud y permitir que volviera en las mejores condiciones posibles", ha señalado el primer ministro belga, que ha recordado que "Olivier ha pasado 455 en prisión en Teherán, en condiciones insostenibles y siendo inocente".
Por ello, ha hecho hincapié en que la liberación de Vandecasteele "es un alivio para su familia, amigos y colegas". "He podido hablar con su familia", ha dicho, al tiempo que ha aseverado que las autoridades "han trabajado cada día, durante los últimos 455, para lograr el retorno de Olivier".
"Quiero dar las gracias además a los diplomáticos belgas y a nuestros servicios de seguridad por su profesionalidad y por todos los esfuerzos realizados para lograr que esta vuelta sea posible. Olivier está libre hoy gracias a ustedes. El destino de Vandecasteele ocupa nuestro espíritu desde hace más de un año. Para mí, la elección siempre estuvo claro. La vida de Olivier era lo principal", ha dicho De Croo, que ha insistido en que "Bélgica no abandona a nadie, y menos a un inocente".
Vandecasteele, sentenciado a 40 años de prisión y 74 latigazos en Irán por una serie de delitos incluido el de espionaje, ha sido intercambiado por Asadi, condenado por un tribunal belga por un intento de atentado con bomba en 2018 en París. Teherán ha rechazado en todo momento las acusaciones vertidas contra el diplomático.
"Asadolá Asadi, el diplomático iraní inocente que fue detenido ilegalmente en Alemania y Bélgica durante más de dos años, en contra del Derecho Internacional, está de camino a la patria y dentro de poco llegará a nuestro querido Irán", ha dicho el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, en un mensaje en Twitter. "Doy las gracias a Omán por sus esfuerzos positivos a tal fin", ha remachado.
El portavoz del aparato judicial iraní, Masud Seteayeshi, resaltó el 26 de abril que este intercambio de presos tendría lugar "pronto". "El acuerdo entre Irán y Bélgica sobre presos ha sido finalizado y los documentos han sido intercambiados", sostuvo, antes de especificar que "eso significa que ambas partes pueden llevar a cabo el intercambio cuando consideren".
Bélgica e Irán firmaron en 2022 un tratado que permitiría la vuelta de Vandecasteele a cambio de Asadi, pero fue suspendido en diciembre de ese año por el Tribunal Constitucional hasta que fallara sobre el mismo, si bien finalmente dio 'luz verde'. Algunas voces han criticado ya desde Bélgica que este tipo de tratados abren la puerta a una "diplomacia de rehenes" y por tanto ponen en peligro a otros belgas que podrían ser detenidos para lograr estos acuerdos.
