ROMA, 8 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Gloria Moreno) -
Las elecciones europeas han debilitado a los dos partidos mayoritarios italianos, el Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi y el Partido Demócrata (PD) de Dario Franceschini, pero han dado fuerza a las formaciones más pequeñas, tanto del Gobierno, Liga Norte, como de la oposición, Italia de los Valores (ICV) y Unión de Demócratas Cristianos y Demócratas de Centro (UDC).
Esta vez, los partidos situados más a la izquierda, que hace un año quedaron fuera del Parlamento italiano, tampoco han logrado alcanzar el quórum necesario para entrar en la Eurocámara.
Según los resultados definitivos, los comicios dan la victoria al PDL, que alcanzó el 35,3% de los votos, mientras que el PD se quedó en el 26,1%. Con respecto a las elecciones generales del año pasado, perdieron dos y siete puntos respectivamente.
Los partidos minoritarios, en cambio, se dispararon, empezando por la polémica Liga Norte, que obtuvo el 10,2% de los votos. La Liga Norte es el principal aliado de Berlusconi y ha impulsado las controvertidas políticas anti inmigración que el Gobierno italiano ha llevado a cabo en este último año.
Según los analistas, su avance electoral, juntamente con la pérdida de votos del PDL, podría acrecentar todavía más la influencia que ya tiene la Liga Norte en el Gobierno de centro-derecha.
Pero además de ella, también mejoraron sus resultados con respecto a las elecciones generales del año pasado otros dos partidos pequeños, Italia de los Valores y Unión de Demócratas Cristianos y Demócratas de Centro, que alcanzaron el 8% y el 6,6% de los votos respectivamente.
Sus líderes ven en esta victoria la energía que les faltaba para plantar cara al Gobierno de Silvio Berlusconi, que acaba saliendo beneficiado de la ausencia de una oposición fuerte y luchadora.
PDL DICE HABER PERDIDO VOTOS POR CULPA DE ABSTENCIÓN
El portavoz de Silvio Berlusconi, Paolo Bonaiuti, atribuyó la pérdida de votos por parte de su partido a la elevada abstención, que en Italia ha sido seis puntos mayor con respecto a los últimos comicios europeos.
"El PDL supera a su principal adversario, el PD, por 8 o 9 puntos, pero no ha alcanzado los niveles que preveían todos los sondeos. La abstención, que ha sido común en toda Europa, ha robado dos puntos porcentuales al PDL", argumentó Bonaiuti.
De hecho, el discreto 35,25% alcanzado por el PDL desmiente las optimistas previsiones avanzadas la semana pasada por Berlusconi, que aseguraba que su partido conseguiría entre el 40 y el 45% de los votos.
SOLIDARIDAD A BERLUSCONI POR "CALUMNIAS".
Otro de los máximos exponentes de este partido, Ignazio La Russa, quiso expresar su "solidaridad" al 'premier' Silvio Berlusconi porque "ningún hombre político habría podido garantizar un resultado como éste tras el ataque concéntrico calumnioso" que ha sufrido en las últimas semanas.
La Russa hizo referencia a los escándalos relacionados con la vida privada del 'premier' que en realidad acabaron centrando la campaña electoral italiana y que van desde las acusaciones de haber mantenido relaciones con una menor hasta las fotografías publicadas la semana pasada por el diario español 'El País', en las que se veía la vida deshinibida que mantienen los invitados de Berlusconi en su mansión de la isla de Cerdeña.
Aun con todo, La Russa destacó que el resultado obtenido por el PDL y por el Gobierno de Silvio Berlusconi "es el mejor entre los gobiernos europeos que actualmente están en el cargo, además del de Sarkozy".
Por su parte, a pesar de haber perdido casi seis puntos con respecto a las elecciones generales del año pasado, el balance del PD no fue pesimista, teniendo en cuenta las circunstancias adversas que atraviesa el partido en este momento. Después de perder las elecciones en Cerdeña y sufrir la dimisión de su lider, Walter Veltroni, el PD veía en las elecciones europeas una especie de test sobre su propia capacidad de sobrevivir como proyecto político.
"Se daba por cierta una derrota del PD que no ha sido tal, así como tampoco se ha dado un triunfo del PDL" aseguró uno de los principales exponentes demócratas, Piero Fassino.
