NEPTUN (RUMANÍA), 3 Abr. (Reuters/EP) -
El presidente estadounidense, George W. Bush, dijo ayer que espera que su último encuentro con su hómologo ruso, Vladimir Putin, este sábado sea "franco" y "sincero", ya que los dos países mantienen diferencias sobre varias cuestiones como Kosovo, el escudo antimisiles o la ampliación de la OTAN.
Putin, que en mayo abandonará la presidencia, recibirá a Bush --quien dejará su cargo el próximo año-- en su residencia de verano en Sochi, en el Mar Negro, con el objetivo de limar las diferencias surgidas en los últimos meses.
"No tengo ninguna animosidad hacia el presidente Putin", afirmó Bush en rueda de prensa con el presidente rumano, Traian Basescu, en Neptun, en la costa rumana del Mar Negro, poco antes del inicio de la cumbre de la OTAN en Bucarest a la que asistirá Putin como invitado especial.
Bush dijo tras su primera reunión con Putin que confiaba en él tras lograr un "sentido de su alma", un comentario que le valió postirmente críticas ya que el presidente ruso lanzó una fuerte campaña de represión en el país.
En esta ocasión, Bush no habló de confianza, pero dijo que siempre aprecia la franqueza de Putin y no espera menos cuando se reúnan por última vez este sábado. "Esta es una buena oportunidad para sentarme y tener otra charla franca con él", aseveró.
