SRINAGAR (INDIA), 18 Abr. (EP/AP) -
Pakistán continua apoyando a grupos rebeldes islámicos en la parte india de la dividida provincia de Cachemira, pese al proceso de paz que se encuentra en marcha, según aseguraron hoy fuentes oficiales indias.
El secretario de Estado indio, V.K. Duggal reconoció que la violencia se ha reducido desde el pasado año, pero a su vez afirmó que la militancia de grupos islámicos permanece como una gran amenaza en la región.
Así se expresó el secretario durante su visita a la capital de la Cachemira india, Srinagar, a donde acudió para hablar sobre seguridad después de que ayer se produjera un atentado en el que resulto herido un miembro de la Administración de Cachemira. Además durante el fin de semana una oleada de atentados con bomba ha dejado cinco muerto en la provincia.
"Todo el país sufre por esto, no sólo Cachemira", aseguró Duggal, quien informó de que, desde enero, se han producido 374 incidentes violentos, en comparación con los 500 que se produjeron en el mismo periodo de tiempo en 2005.
"Pero a pesar de esto, tenemos evidencias fuertes, sólidas e infalibles de que la infraestructura terrorista en Pakistán está floreciendo", manifestó el funcionario, quien no quiso dar detalles sobre dichas evidencias.
Así, culpó a Pakistán de no haber cumplido con su compromiso de desmantelar la infraestructura terrorista "en consecuencia con las conversaciones de paz y la medidas de construcción de confianza". Duggal aseguró que Pakistán continúan entrenando a militantes en campos situados en su propio territorio.
En Islamabad, el ministro de Exteriores restó importancia a dichas declaraciones y las calificó de "propaganda". "Esto no tiene fundamento", aseguró la portavoz del ministro, Tasnim Aslam. "Es propaganda y los indios ya han ordeñado a esta vaca por demasiado tiempo", afirmó.
India y Pakistán han mantenido dos guerras desde 1947 en el territorio de Cachemira, que ambos reclaman. Pakistán apoya la causa de la militancia, pero niega las acusaciones indias de financiar, armar y entrenar a las guerrillas.
