KINSHASA, 17 Ago. (Reuters/EP) -
Cientos de personas han marchado este miércoles en la ciudad de Beni, en el noreste de República Democrática del Congo (RDC), para protestar contra el Gobierno por no actuar contra los violentos grupos rebeldes activos en la región, según testigos.
Unas 50 personas fueron asesinadas por presuntos rebeldes ugandeses en los alrededores de Beni el sábado, en el último de una serie de ataques en la región en los que han muerto más de 700 personas desde octubre de 2014.
Las protestas de este miércoles se suman a las tensiones en RDC antes de las elecciones, previstas para noviembre, en las que la oposición ha pedido al presidente Joseph Kabila que deje el cargo tras cumplir sus dos mandatos.
Residentes de Beni y las localidades próximas han gritado contra e el Gobierno y el Ejército frente a la oficina del alcalde, expresando su frustración por el derramamiento de sangre en la región otrora considerada un bastión gubernamental.
Policías y soldados han disuelto a la multitud con gases lacrimógenos y disparos de advertencia, según testigos. "Cuando querían entrar en la localidad de Beni, la Policía les ha dispersado con gases lacrimógenos", ha explicado el presidente de la Sociedad Civil del Territorio de Beni, Teddy Kataliko, en referencia a manifestantes llegados de la cercana Butembo.
El Gobierno ha atribuido todos los ataques a las Fuerzas Aliadas Democráticas (ADF), un grupo islamista ugandés que cuenta con unos pocos cientos de combatientes y que opera en el este de RDC desde los años 1990.
Sin embargo, expertos de la ONU y analistas independientes afirman que otros grupos armados, incluidos soldados congoleños, también han estado implicados en ataques contra civiles. El Gobierno asegura que sigue intentando acabar con ADF mediante operaciones militares, pero las tácticas de guerrilla del grupo son difíciles de contrarrestar.
