YAKARTA, 24 (DPA/EP)
Al menos 30 personas, en su mayoría civiles, han muerto como consecuencia de los últimos incidentes violentos registrados la región indonesia de Papúa, según han informado este martes las autoridades locales.
Este lunes murieron al menos 26 personas y decenas resultaran heridos por los disturbios en la ciudad de Wamena, según ha señalado el jefe de Policía Nacional Tito Karnavan.
En Wamena, los manifestantes incendiaron edificios de la administración y comercios durante la protesta que, según las autoridades, fue motivada por la difusión de un rumor falso que apuntaba que un profesor había hecho comentarios racistas contra los indígenas papúes. El Gobierno impuso nuevas restricciones al acceso a Internet en la ciudad para evitar la difusión de rumores, tras haber restablecido la conexión en toda la región.
Tito ha informado de que 22 de los fallecidos no eran papúes sino inmigrantes y que murieron al quedar atrapados en edificios incendiados o apuñalados. "Eran dependientes, camareros y taxistas de motocicleta", ha dicho Tito en una rueda de prensa.
El responsable de la Policía ha acusado a los independentistas papúes de orquestar la violencia para atraer la atención internacional durante la celebración de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. "La situación está ahora bajo control, pero deploramos la táctica violenta", ha puntualizado Tito, que ha asegurado que la violencia "no fue perpetrada por las fuerzas de seguridad sino por los manifestantes".
Otros tres civiles y un soldado murieron este lunes en un enfrentamiento entre estudiantes y fuerzas de seguridad en la ciudad indonesia de Jayapura, en el que al menos otras diez personas han resultado heridas, según el Ministerio de Sanidad.
El independentismo en Papúa lleva presente desde que Indonesia se anexionó la parte occidental de la isla de Nueva Guinea en los años 60, pero desde este mes de agosto se ha intensificado y ha llegado a ser violento en algunos momentos. Esta reciente ola de violencia llega después de la represión de las fuerzas de seguridad contra un grupo de estudiantes papúes en la isla de Java en agosto, un episodio que considerado como un acto racista.
