BERLÍN, 26 Ene. (DPA/EP) -
La llamada Comisión del Carbón ha recomendado que Alemania deje de usar este combustible a más tardar a finales de 2038, según la conclusión alcanzada tras 21 horas de reunión en Berlín.
El grupo, órgano encargado por el Gobierno, se reunía para decidir el calendario de salida del carbón como una de las principales fuentes de energía y la transición a la energía de fuentes renovables.
La comisión solo puede efectuar recomendaciones. La puesta en práctica correrá por cuenta del Gobierno federal de la canciller Angela Merkel y de los Ejecutivos de los estados federados.
Un 37 por ciento de la energía eléctrica de Alemania se genera a través de la producción de lignito y hulla, según datos de la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis) de 2017.
El país industrializado y cuarta economía del mundo aspira a poner fin a la explotación de lignito y hulla para cumplir con sus metas de reducción de emisiones de dióxido de carbono. El carbón cobró mayor importancia al resolver el Gobierno el apagón gradual de la centrales nucleares hasta 2022.
El tema de la financiación fue un punto especialmente controvertido. Las compañías energéticas esperan ser indemnizadas y las regiones mineras como Renania del Norte-Westfalia, Brandeburgo, Sajonia y Sajona-Anhalt demandan recursos para hacer frente a los cambios estructurales que enfrentarán.
La comisión aconsejó que los estados federados afectados por la medida reciban compensaciones de unos 40.000 millones de euros durante un plazo de 20 años y propuso que en el año 2032 se revise la posibilidad de adelantar la fecha de salida a 2035 en consenso con los operadores energéticos.
El plan de salida del carbón es bien visto por la población, de acuerdo con un sondeo publicado el viernes por la televisora ZDF. Un 73 por ciento de 1.285 consultados por el instituto demoscópico Forschungsgruppe Wahlen se pronunciaron a favor de poner fin a la explotación del carbón lo antes posible.
