CIUDAD DEL CABO, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un tribunal sudafricano ha condenado este viernes a dos cadenas perpetuas al asesino confeso de una joven de 17 años a la que violó y mutiló antes de acabar con su vida, en un crimen que conmocionó por su brutalidad a la nación entera, comenzando por el presidente, Jacob Zuma.
El culpable, Johannes Kana, confesó el asesinato de la joven Anene Booysen, que fue hallada moribunda, apaleada y eviscerada en una zona de construcción situada a 130 kilómetros al este de Ciudad del Cabo, el pasado 2 de febrero.
En el hospital, antes de fallecer, la joven logró comunicar que había sido violada por "entre cinco y seis hombres". Kana, de 21 años, fue el único de los tres sospechosos iniciales que finalmente compareció ante el tribunal, ante el que se declaró responsable de violación y asesinato, pero no de las torturas a las que fue sometida la joven.
El abogado de Kana intentó reducir la pena argumentando que su cliente cometió el crimen bajo los efectos del alcohol y que el asalto no fue premeditado, según informó el diario sudafricano 'Mail & Guardian'.
El joven fue visto con Booysen a primera hora del día a la entrada de un bar de la localidad de Breadsdorp. Otros dos sospechosos --entre ellos uno al que la joven llegó a identificar por su apodo-- fueron puestos en libertad por falta de pruebas.
El asesinato provocó una de las mayores campañas de protesta contra las violaciones en el país africano, abanderadas por el presidente Zuma, que se declaró "consternado e indignado" por el suceso y pidió la pena más dura posible para el culpable.
Según cifras oficiales, al día se cometen en Sudáfrica más de 180 violaciones aunque se sospecha que la cifra real es mucho más elevada. Solo un 12 por ciento de los casos de violación acaban en condena.
