BAGDAD, 17 Nov. (Reuters/EP) -
La ofensiva puesta en marcha por las fuerzas progubernamentales de Irak para recuperar Mosul, que se encuentra desde 2014 bajo el control del grupo terrorista Estado Islámico, continúa alargándose a pesar del significativo avance de las últimas semanas.
Aunque los milicianos se han visto obligados a retroceder en varias zonas de la urbe ante los ataques del Ejército iraquí, que ha contado con el respaldo de la coalición liderada por Estados Unidos en la región, las fuerzas progubernamentales no han logrado recuperar el completo control de Mosul.
El servicio antiterrorista iraquí, una unidad de élite del Ejército, traspasó los límites orientales de la localidad por primera vez hace dos semanas. Sin embargo, otras unidades permanecen aún a la espera para entrar en la ciudad.
Un grupo de milicias chiíes aliado del Gobierno avanzó el miércoles al oeste de Mosul, donde se hicieron con una base aérea en el marco de una campaña puesta en marcha para bloquear la ruta que une las zonas de Siria e Irak que se encuentran bajo el poder de Estado Islámico.
La captura de la base de la ciudad de Tal Afar ha permitido que las milicias chiíes de las Fuerzas de Movilización Popular se sitúen de manera estratégica para poder lanzar una serie de ataques contra objetivos de Estado Islámico en Siria.
Al este de Mosul, los peshmerga, las fuerzas de seguridad del Kurdistán iraquí, se han hecho con varios territorios. Según el Ejército iraquí, en la urbe quedan aún más de 5.000 milicianos, que tendrán que enfrentarse a cerca de 100.000 efectivos.
La ONG Human Rights Watch ha denunciado que el grupo terrorista mató en octubre a unos 300 policías, a los cuales enterró en una fosa común en la ciudad de Hammam al Alil, en el sur de la ciudad.
