Crónica ONG.- MSF denuncia las crecientes dificultades de los grupos humanitarios para acceder a las zonas en conflicto

Actualizado: viernes, 16 marzo 2007 14:41

La ONG alerta de que la confusión entre los objetivos políticos y los humanitarios genera desconfianza hacia sus actividades

MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

Médicos sin Fronteras (MSF) llamó hoy la atención sobre las crecientes dificultades a que se enfrentan las organizaciones de ayuda humanitaria para acceder a las zonas en conflicto, una "peligrosa tendencia" a la ni la comunidad internacional ni los Gobiernos más implicados están dando "una respuesta adecuada".

"No tenemos ninguna vocación de héroes, estamos en los lugares para echar una mano a la gente y si no se nos garantiza la seguridad nos vamos a casa, no aceptamos ser objetivos militares", declaró el director general de MSF-España, Aitor Zabalagogeazkoa, durante la rueda de prensa de presentación de la Memoria Internacional de actividades 2006 de la organización, que tuvo lugar en la sede de MSF en Madrid.

La Memoria destaca que 2006 se ha caracterizado por la desconfianza hacia las organizaciones humanitarias "por parte de quienes tienen el poder de darles acceso". Entre las causas de esta desconfianza, la organización destaca la práctica de algunas organizaciones no gubernamentales (ONG), contratistas privados y muchos Gobiernos "que hacen trabajo 'humanitario' con un objetivo político específico", lo cual "provoca confusión y rebaja la aceptación del carácter universal de la asistencia humanitaria", se lee en el documento.

"Ello contribuye a crear un clima en el que grupos opuestos a cualquiera de los objetivos políticos subyacentes utilizan esta confusión como excusa para atacar a los trabajadores humanitarios", advierte MSF, que pone como ejemplos algunos de los conflictos más importantes de 2006, como los de Líbano, Darfur o Sri Lanka. "La primera víctima de estas estrategias es la población, que queda desatendida y sin acceso a la atención básica", advirtió Zabalagogeazkoa.

Según Zabalagogeazkoa, "cuando un Ejército se mueve en un conflicto tiene intereses claros que, aunque son lícitos, son muy distintos de lo que es la ayuda humanitaria". "La ayuda a población por parte de los Ejércitos se hace para proteger a las propias tropas, no se ayuda por ayudar", prosiguió. "Aunque el resultado para muchas personas pueda ser el mismo, reclamamos que se denomine de otra manera", aseveró el director general.

En este sentido, Zabalagogeazkoa se refirió "a la mala interpretación, espero que con muy buena intención, que hace el Ejército español, cuyos carteles de reclutamiento hacen pensar que más que militares son una ONG".

Esta confusión entre lo militar y lo humanitario quedó reflejada en el ejemplo de Kosovo. "Cuando todas las tropas ya estaban desplegadas, nuestros equipos aún estaban desminando pozos de agua, mientras que los militares hacían clínicas móviles; es el mundo alrevés", declaró Zabalagogeazkoa.

EL EJEMPLO DE DARFUR

"En Irak nos retiramos antes de que nos pasara nada, y en Darfur se han registrado muchos incidentes violentos en los últimos tiempos", explicó Zabalagogeazkoa durante la rueda de prensa.

Darfur es un ejemplo notable de los problemas de acceso que se encuentran los trabajadores humanitarios en los puntos más conflictivos del mundo. Desde julio de 2006, según MSF, doce trabajadores humanitarios han sido asesinados en esta región del oeste de Sudán y cinco permanecen desaparecidos, y en apenas seis meses han sido atacadas una treintena de instalaciones de las organizaciones de ayuda.

Médicos sin Fronteras, que trabaja en esta región desde 2004, se ha visto obligada a lo largo de 2006 a evacuar sus proyectos de forma intermitente y a reducir la asistencia al mínimo debido a incidentes de seguridad derivados --según la organización-- "no tanto del clima generalizado de violencia como de una dinámica de acoso selectivo dirigido a las organizaciones humanitarias".

"Serios incidentes de seguridad nos han obligado a reducir las actividades en la región del Jebel Marra, a pesar del brote de cólera que se está produciendo en la zona, y ya no podemos trasladar pacientes por carretera para cirugía de urgencia", se lee en la Memoria. "Esta disminución de la capacidad de dar asistencia básica puede tener un impacto crítico sobre una ya muy frágil situación sanitaria", señala el texto.

"Más de un millón de personas ha estado sobreviviendo con parámetros sanitarios 'suficientes' durante más de dos años en campos de desplazados de Sudán y Chad", pero "éstos son los afortunados que han conseguido tener acceso regular a una ayuda cada vez más reducida y menos financiada", destaca la Memoria Internacional.

"Fuera de los campos, especialmente en el oeste y el norte de Darfur, la violencia contra los civiles continúa, al tiempo que aumentan los ataques selectivos contra los trabajadores humanitarios, incluido el personal de MSF, lo que prácticamente imposibilita los desplazamientos por carretera y la asistencia logística", prosigue el documento. Como consecuencia de ello, afirmó Zabalagogeazkoa, "menos del 40 por ciento de Darfur es accesible para la ayuda humanitaria, y el 60 por ciento es inaccesible y no sabemos lo que pasa allí".

Para superar esta situación, de la que son responsables tanto el Gobierno de Jartum como los grupos rebeldes de Darfur, MSF "ha insistido en Nueva York y Ginebra ante la ONU y ha hablado con un montón de Gobiernos, desde el español hasta el chino, y también ante el Gobierno sudanés, principal responsable, y los grupos rebeldes, pero no se ven resultados de momento", explicó el director general.

LA MEMORIA DEL AÑO

Pese a todas estas dificultades, MSF prestó el año pasado asistencia médica y humanitaria a más de 10 millones de personas, incluidas las respuestas de emergencia ante catástrofes naturales y grandes epidemias, como la de cólera en Angola en la primavera de 2006, la mayor en el país de los últimos diez años.

Asimismo, MSF trató a 63.000 niños con desnutrición severa en Níger, "con una elevada tasa de curación", lo cual ha permitido demostrar "que la muerte por desnutrición no es inevitable y que puede equiparase cada vez más a muerte por negligencia".

A lo largo del año, según la Memoria, MSF siguió ofreciendo un paquete completo de prevención y tratamiento del VIH/sida a personas y comunidades de 32 países y se ha incrementando el número de puntos donde se ofrece tratamiento, como se pudo comprobar en Thyolo, en Malaui.

Sin embargo, la ampliación que realmente se necesita para combatir la pandemia "sigue estando limitada por la escasez de recursos humanos y el estado de los sistemas de salud en muchos países, y no hay que creer que estas cuestiones se resolverán adecuadamente para tratar a todos los enfermos", lamenta Médicos sin Fronteras.

"La respuesta integral a esta pandemia se ve imposibilitada por una vergonzosa falta de medicamentos y métodos de diagnóstico y de control adaptados a países con recursos limitados", denuncia la organización en la Memoria Internacional. "Estos países deben arreglárselas con las sobras de la investigación del mundo occidental", por lo que "se necesitan urgentemente instrumentos más apropiados para responder a esta crisis y tratar a muchas más personas, pese a las deficiencias estructurales y de personal", advierte.