Crónica RDCongo- El presidente de la Comisión Electoral afirma que los congoleños quieren gritar "Nunca más" a la guerra

Actualizado: jueves, 9 febrero 2006 16:54

Malu Malu pide el apoyo de la UE para garantizar la seguridad y mayor presión a los países vecinos para que no interfieran en los comicios

MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Comisión Electoral Independiente de la República Democrática del Congo, Apollinaire Malu Malu, aseguró hoy que el pueblo congoleño desea poder gritar "Nunca más" a la violencia, al igual que hicieron los europeos tras la Segunda Guerra Mundial, y afirmó que las elecciones que pongan fin al proceso de transición deben servir para alcanzar la "verdad y la reconciliación" en la que no haya "ni venganza ni impunidad". Asimismo, pidió el apoyo de la UE para garantizar la seguridad durante los comicios y una mayor presión internacional sobre los países limítrofes, Uganda, Ruanda y Burundi, para que sepan "que no va a quedar impune cualquier intento de falsear las elecciones".

Malu Malu, sacerdote de una diócesis del este del país en la que han muerto cerca de 50.000 personas a causa de la guerra, se encuentra de gira por Europa y ha visitado España invitado por la Federación de Comités de Solidaridad con África Negra-Umoya.

"El pueblo congoleño ha sufrido tanto en esta guerra de ocupación que, al igual que Europa tras la Segunda Guerra Mundial, tiene ganas de gritar 'Nunca más'", afirmó Malu Malu. La guerra, que comenzó en agosto 1998 con la invasión por parte de las tropas de Ruanda, Uganda y Burundi, ha causado hasta la fecha cerca de cuatro millones de muertos, lo que la convierte en el conflicto armado con más víctimas en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial.

Según la organización Umoya, el Consejo de Seguridad de la ONU no emitió ninguna resolución sobre este conflicto hasta abril de 1999, nueve meses después del inicio, cuando aprobó un texto que ni siquiera incluyó ninguna medida coactiva urgente sobre los invasores. En este periodo ya habían muerto entre 600.000 y 800.000 congoleños.

"El pueblo congoleño ha sufrido y sufre humillaciones de todas partes, pero el pueblo congoleño aspira a la paz y a la tranquilidad", manifestó Malu Malu. Para ello, a su juicio, las elecciones presidenciales que deberían poner fin al periodo de transición --que concluye el próximo 30 de junio-- debieran servir como "punto de partida" para superar la situación.

"Las elecciones no lo van a arreglar todo, son un punto de partida para que se pueda refundar el Congo como Estado de derecho", afirmó. Para ello, comentó, es necesario que el Gobierno que surja tras los comicios adopte una serie de medidas importantes, como la reforma del Ejército, el desarme de las milicias privadas y la reforma de la justicia.

En todo caso, la búsqueda de la verdad sobre los crímenes cometidos, afirmó, debe partir de la "declaración solemne de la presunción de inocencia", ya que "no se debe hacer una justicia expedita de venganza y de búsqueda de chivos expiatorios".

La Comisión de la Verdad y la Reconciliación "debe trabajar para establecer la verdad de los hechos y, al mismo tiempo, impulsar al perdón sin el olvido", prosiguió. "Verdad y reconciliación deben ir juntas, el espíritu de venganza no llevará la paz, como tampoco la impunidad de los crímenes", añadió.

RETOS DEL PROCESO ELECTORAL

El proceso electoral supone la culminación del periodo de transición, que concluye el 30 de junio de este año. Tras la aprobación en el referéndum del pasado mes de diciembre de la Constitución, que será promulgada este próximo sábado, y la adopción parlamentaria de la nueva Ley Electoral, prevista para el miércoles o el jueves de la próxima semana, la fecha de las elecciones depende todavía de cómo se avance en la organización de los comicios.

Para ello, la Comisión Electoral Independiente que preside Apollinaire Malu Malu cuenta con una plantilla de hasta 1.900 personas distribuidas en 64 comités repartidos por todo el país, apoyados por otras 42.000 personas encargadas de elaborar el censo electoral (un censo que calificó de "fiable" y en el que ya se han registrado 25,5 millones de electores, de una población total de más de 52 millones) y por 300 expertos técnicos internacionales.

Entre los grandes retos de la Comisión, uno de los principales, según su presidente, es el de sensibilizar sobre su importancia a la población de un país "vasto, con infraestructuras en muchos sitios inexistentes, sin cultura electoral y con muchos problemas de comunicación". Se trata de un factor "capital" para que se puedan celebrar adecuadamente las elecciones, señaló.

Esta sensibilización se está llevando a cabo a cuatro niveles: la cobertura de las cadenas de radios, tanto locales como nacionales o la propia Radio Okapid, de la Misión de la ONU (MONUC); el apoyo a la sociedad civil, en particular a las confesiones religiosas; la información a la población mediante la publicación de documentos; y la coordinación de la sensibilización, sobre todo en lo referente a los mensajes, para que "los que se encarguen de sensibilizar no cuenten tonterías a los electores".

El otro elemento importante para sensibilización es llegar a las mujeres, que constituyen "más de la mitad del electorado", con los consiguientes problemas para llegar a mujeres que viven en aldeas rurales aisladas y que "en su mayoría son analfabetas". Para esta tarea, la Comisión cuenta con el apoyo de la agencia de la ONU para la Mujer (UNIFEM) y de los observadores británicos.

En todo caso, a su juicio, la participación de la población es esencial, y al respecto recordó que en el referéndum constitucional participó el 61 por ciento del electorado (que aprobó el texto con más de un 84 por ciento de 'síes'). El pueblo "al principio estaba escéptico con que fuera a haber elecciones alguna vez, lo cual es normal tras 15 años de transición", pero "ahora ya no hay duda de que las habrá" y la ciudadanía "se ha vuelto más exigente, sigue la situación muy de cerca".

APOYO DE LA UE Y PRESIÓN A LOS VECINOS

Por ello, "los congoleños quedarían profundamente frustrados si una vez más no se respetaran las urnas", y hay cierto "miedo de que alguien, con apoyo de los países vecinos, pueda robar mediante las armas, una vez más, la victoria del pueblo congoleño", declaró.

Para evitar algo así, la Comisión ha puesto en marcha un proceso nuevo de recuento de votos para que éste se realice en los mismos colegios electorales cuando concluyan las votaciones, a fin de garantizar la "transparencia" en el escrutinio. En estos recuentos habrá observadores internacionales y nacionales encargados de supervisar unas elecciones "en las que sólo se presentan 230 partidos", según comentó irónicamente.

Asimismo, Malu Malu abogó por un incremento de las medidas de seguridad en el país para el buen desarrollo de los comicios, sobre todo en zonas tan violentas como Ituri, Kivu Norte y Kivu Sur (este) y Katanga (sur), donde aún actúan grupos armados privados; en áreas en las que hay una fuerte tensión entre los partidos políticos, como la capital, Kinshasa; o en las regiones en que actúan grupos de "militares abandonados a sí mismos", como la provincia de Ecuador.

Al respecto, lamentó que, "pese al refuerzo del Ejército y de la MONUC, el Plan de Seguridad Electoral está retrasado en relación con el calendario electoral", aun cuando reconoció que tanto la Policía como la Misión de la ONU están realizando "un trabajo enorme" para garantizar la paz. "Falta el apoyo suplementario de la UE para que se puedan garantizar unas elecciones con seguridad", añadió.

Aparte, Malu Malu manifestó que se "debe presionar" a los Gobiernos de Uganda, Ruanda y Burundi para que "se convenzan de que no va a quedar impune cualquier intento de falsear las elecciones, tanto si se trata de extranjeros como de congoleños".