MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno sirio ha admitido este martes que sus fuerzas de seguridad abatieron a diez personas en la frontera turca, aunque ha argumentado que fue en respuesta a lo que ha descrito como un ataque armado organizado en Turquía.
Turquía presentó una queja formal ante Naciones Unidas la semana pasada después de que las fuerzas de seguridad sirias abrieran fuego a través de la frontera contra un campamento de refugiados. Este fue el primer incidente de este tipo desde el inicio de la crisis en el país árabe.
Las informaciones iniciales desvelaron la muerte de dos personas en el ataque, pero en la carta enviada a Naciones Unidas, el Ejecutivo turco agregó que dos ciudadanos turcos resultaron también heridos.
Siria ha respondido acusando a Turquía de conspirar junto a los rebeldes para crear una crisis humanitaria como pretexto para establecer una zona tapón en territorio sirio. Asimismo, ha dicho que Ankara está ayudando a los rebeldes a organizar redadas armadas para asustar a los civiles y forzarles a huir hacia Turquía.
A través de una carta, el ministro de Exteriores sirio, Walid al Muallem, ha asegurado que las tropas fronterizas sirias fueron atacadas por grupos armados en el cruce fronterizo de Salama, por lo que abatieron a nueve de los involucrados en la operación, según ha informado el diario británico 'The Guardian'. Horas después, otra persona falleció y dos resultaron heridos, ha agregado.
Al Muallem ha manifestado que Turquía está intentando "embarrar las aguas" y ha acusado al Ejecutivo turco de "proteger, armar y dar apoyo logístico a elementos terroristas armados que entran a territorio sirio para lanzar ataques terroristas contra fuerzas gubernamentales y civiles; destruir infraestructuras, así como propiedades públicas y privadas; y forzar a grandes cantidades de personas a huir hacia Turquía para fabricar una crisis humanitaria".
(EUROPA PRESS INTERNACIONAL)
