LONDRES, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
Patrick Rock, un asesor del primer ministro británico, David Cameron, ha presentado su dimisión tras haber sido detenido el pasado mes de febrero por su supuesta implicación en un caso de imágenes de pornografía infantil, ha informado en su edición digital el diario 'Daily Mail'.
Rock era uno de los encargados de diseñar la política del Gobierno para imponer filtros contra la pornografía en Internet. El asesor de Cameron presentó su renuncia tras saber que estaba entre los investigados por un caso de imágenes de pornografía infantil.
Los detectives de la Agencia Nacional contra el Crimen han registrado el despacho utilizado por Rock en el número 10 de Downing Street en Londres y sus comunicaciones. Hasta su dimisión, Rock era el subdirector de la oficina de Política de Downing Street.
Rock, que ya había trabajado en el Gobierno británico en la época de la primera ministra conservadora Margaret Thatcher, ha tenido varios puestos de responsabilidad en el Partido Conservador, que ahora lidera Cameron. Descrito como "el técnico político" del primer ministro, Rock había sido considerado hasta hace pocas semanas como un posible candidato para un puesto en el seno de la formación conservadora.
Su arresto y la posterior renuncia de su cargo en Downing Street, donde ha estado trabajando desde 2011, ha sorprendido en la dirección del Partido Conservador y ha dejado al primer ministro "extremadamente impactado", según uno de sus amigos. "Conocía a Patrick desde hace mucho y nunca había espera algo así", ha indicado.
Rock fue arrestado en febrero después de que el Gobierno británico supiera que podía ser sospechoso de un "posible delito relacionado con imágenes de pornografía infantil", según ha explicado al diario 'Daily Mail' un portavoz de Cameron.
Otra fuente "bien informada" consultada por el rotativo ha asegurado que también consta una denuncia por acoso sexual interpuesta por un funcionario de Downing Street contra Rock y que habría sido analizada por el jefe de Gabinete de Cameron, Ed Llewellyn. "Había acusaciones contra él que no llegaron a convertirse en un proceso formal. Eso molestó a algunas personas en el número 10" de Downing Street, ha indicado la misma fuente.
