MANILA, 5 Jul. (Reuters/EP) -
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha acusado este martes públicamente a cinco jefes de la Policía de colaborar con traficantes de estupefacientes y ha insistido en que él es el único responsable de la campaña antidroga que se ha saldado hasta la fecha con 30 supuestos traficantes muertos.
Duterte ha nombrado a los policías mientras daba un discurso en televisión y les ha acusado de proteger a varios grupos relacionados con el tráfico de drogas y contribuir al "deterioro de la ley y el orden" como parte de un proceso que él está tratando de revertir sin miedo a las posibles consecuencias.
"Va a ser un combate sucio y sangriento, no voy a disculparme por ello", ha indicado Duterte. "Como autoridad pública, mía y sólo mía, asumo toda la responsabilidad legal por ello", ha añadido.
Duterte, al que llaman "el verdugo" o "el castigador", parece estar determinado a cumplir su promesa electoral de acabar con las bandas criminales y de tráfico de drogas en los próximos seis meses. Desde su llegada al poder, la Policía ha matado en diversas operaciones a 30 sospechosos de tráfico de drogas, lo que ha puesto en alerta a grupos de defensa de los Derechos Humanos, abogados y religiosos, que consideran que las ejecuciones deben acabar.
El presidente, sin embargo, ha aseverado que no hay vuelta atrás, ha llamado al reclutamiento de 3.000 policías nuevos y ha agradecido a las fuerzas de seguridad el papel ejercido. "Los criminales han secuestrado las calles y los espacios públicos. Tenemos que eliminar el miedo. Déjenos transferir ese miedo a los corazones de los criminales", ha señalado Duterte.
Sin embargo, Vicente Loot, uno de los mandos policiales acusado por Duterte, ha negado cualquier conexión y ha exigido un proceso judicial justa. "Esa acusación hará que sea tratado basándose en algo que no es cierto", ha explicado Loot a la cadena de noticias ABS-CBN. "Espero tener la oportunidad de enfrentarme al que me acusa y poder limpiar mi nombre", ha concluido.
