RAMALA, 25 (Reuters/EP)
La decisión de Israel de retener 130 millones de dólares (118 millones de euros) al mes, correspondientes a los ingresos por impuestos que recauda en representación de Palestina, está ahogando la economía palestina y dejando a su sistema bancario peligrosamente expuesto, ha anunciado el miércoles el gobernador del Banco Central de Palestina, Jihad al Wazir.
Según Al Wazir, el Gobierno está en peligro de no poder cumplir con los pagos de sus créditos con los bancos. "Informamos a la Autoridad Palestina de que hemos llegado a los límites permitidos, y que los bancos ya no van a poder seguir financiándolos", ha confirmado a Reuters.
El economista Naser Abdel Karim estima que los empleados de la Autoridad Palestina le deben a los bancos palestinos entre 600 y 700 millones de dólares (546 y 638 millones de euros), mientras que la Autoridad Palestina adeuda casi 1.500 millones de dólares (1.367 millones de euros) a esas mismas instituciones. "Se teme que la autoridad pueda colapsar en términos de (...) funciones y provisión de servicios", ha alertado Abdel Karim.
Israel detuvo en enero las transferencias de ingresos por impuestos y aranceles aduaneros, en respuesta a la decisión de Palestina de unirse a la Tribunal Penal Internacional (TPI), que se hará efectiva a partir del 1 de abril.
Bajo la normativa de la CPI, la participación de Palestina permitirá al tribunal tener jurisdicción sobre los crímenes de guerra cometidos por cualquiera en territorio palestino.
Desde enero, la economía palestina dejó de recibir más de 500 millones de dólares (455 millones de euros), lo que llevó a la Autoridad Palestina, que administra Cisjordania, a reducir los sueldos de casi todos sus empleados en un 40 por ciento y a recurrir a un presupuesto de emergencia.
Israel tomó medidas similares en 2006, 2007 y 2008, pero esta vez los riesgos serían mayores y hacen que la economía palestina dependa todavía más de los donantes internacionales. Existe la posibilidad de que Israel reanude los pagos una vez que el nuevo Gobierno esté instalado, aunque hasta ahora no hay señales de que vaya a hacerlo.
Además, el Ejército israelí ha advertido al Gobierno de que la retención de ingresos está avivando la violencia en Cisjordania.
