LONDRES, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los documentos filtrados por Wikileaks dan a entender burlas de los diplomáticos estadounidenses sobre la "paranoia" de sus colegas británicos, a los que describe como "obsesionados" por conservar la "relación especial" que une a ambos países, prestando atención incluso a los más pequeños detalles.
Entre algunos ejemplos, se destaca el pánico desatado en Londres cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, devolvió un busto de Winston Churchill a la Embajada británica, lo que llevó a Londres a enviar una misiva en la que preguntaban: "¿Nuestra relación especial sigue siendo especial en Washington?"
Esta actitud "tendría su gracia si no fuera tan corrosiva", destacó el jefe adjunto de la Embajada estadounidense en Londres, Richard LeBaron, en uno de los cables recogidos, en los que considera "tentadora" la posibilidad de que Washington se aproveche de esta actitud, aunque lo no recomienda por los efectos a largo plazo.
También se revela que altos miembros del partido Conservador, ahora miembros del Gabinete, se reunieron antes de las elecciones presidenciales con miembros de la Administración Obama, para prometerles un comportamiento mucho más "pro-americano", según recoge el diario 'The Telegraph'.
Entre ellos destaca el nombre del actual ministro británico de Defensa, Liam Fox, quien aseguró al embajador Louis Susman que "si los conservadores ganan el poder, el Gobierno británico seguirá un perfil más favorable a Estados Unidos".
