EEUU.-La Casa Blanca niega que Dick Cheney aceptara, en una entrevista radiofónica, el uso de prácticas de tortura

Actualizado: viernes, 27 octubre 2006 19:57

WASHINGTON, 27 Oct. (EP/AP) -

La Casa Blanca negó hoy viernes que el vicepresidente estadounidense Dick Cheney recomendara el empleo de tácticas de tortura al afirmar que meter bajo el agua las cabezas de los sospechosos de actos terroristas era "algo obvio".

Varios grupos de derechos humanos afirmaron que los comentarios del vicepresidente animaban al uso de la técnica conocida como "water boarding" (o asfixia simulada) en la que la víctima permanece bajo el agua durante largos períodos de tiempo.

En relación a los comentarios de Cheney, el presidente George W. Bush señaló que "este país no tortura. Ni vamos a torturar", afirmó tras reunirse con el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer.

En una rueda de prensa anterior, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Tony Snow, negó que Cheney recomendara el uso de esta práctica.

"Ustedes saben que es una cuestión de sentido común que el vicepresidente de los Estados Unidos no va a realizar comentario alguno sobre la realización de estas prácticas. Nunca lo haría, nunca lo hace y nunca lo hará", afirmo Snow. "¿Creéis que Dick Cheney va a cometer un error en este sentido? Seguro que no.", señaló.

A Cheney se le preguntó durante una entrevista concedida a una cadena de radio si "un chapuzón en el agua sería considerado como obvio si pudiera salvar vidas". Cheney replicó que para él "era bastante obvio" pero indicó que él mismo fue llamado durante un tiempo 'el vicepresidente de la tortura". Cheney insistió en que "nosotros (Estados Unidos) no torturamos. No es en lo que solemos envolvernos".

Por su parte, el director ejecutivo de Amnistía Internacional en Estados Unidos, Larry Cox, señaló en una declaración que "lo que es realmente obvio es que ningún funcionario norteamericano, y ni mucho menos el vicepresidente, debería aplaudir la tortura". "Los comentarios del vicepresidente Cheney", prosiguió Cox "suponen un nuevo bajo histórico para los Derechos Humanos en un momento en el que los Derechos Humanos están rascando el fondo del barril de la administración Bush".