MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Libia aliado con el Parlamento reconocido internacionalmente ha bombardeado este miércoles un petrolero frente a las costas de la localidad de Benghazi argumentando que pretendía entregar petróleo a la milicia islamista Ansar al Sharia.
Por el momento no hay informaciones oficiales sobre el posible balance de víctimas provocadas por el ataque, si bien el diario 'The Libya Herald' ha asegurado que el petrolero ha sufrido daños graves.
Residentes locales ha afirmado que son visibles varias columnas de humo en la zona del puerto. Ansar al Sharia mantiene su presencia en el puerto de Benghazi, que no está totalmente controlado por ninguna de las partes.
La milicia y otros grupos armados asociados se estarían quedando sin petróleo, y las restricciones impuestas a la compra de este producto en Benghazi han aumentado la presión sobre estas formaciones, según ha informado el citado diario.
Benghazi, uno de los lugares de nacimiento de las protestas que se saldaron con el derrocamiento y ejecución de Muamar Gadafi, ha sido foco de violencia desde entonces. La ciudad es escenario además de enfrentamientos entre el Ejército y varias milicias islamistas.
Libia está inmersa en un conflicto entre dos gobiernos rivales, uno autoproclamado e instalado en Trípoli después de que las fuerzas de la coalición Amanecer de Libia --integrada principalmente por milicias islamistas-- se hicieran con el control de la capital este verano, y otro asentado en la ciudad de Tobruk, en el este del país, y reconocido a nivel internacional.
Las conversaciones patrocinadas por la ONU en Ginebra entre las facciones enfrentadas buscan llegar a un acuerdo para la creación de un gobierno de unidad, según ha explicado este mismo miércoles en enviado especial de Naciones Unidas, Bernardino León, que intenta poner en marcha un diálogo que solo una parte del conflicto ha respaldado formalmente.
Los nuevos gobernantes de Trípoli han informado de que su legislativo ha aplazado la decisión sobre sumarse a las conversaciones de Ginebra al domingo por dudas respecto a la organización de las mismas, poniendo en entredicho el proceso.
