MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Sylvestre Mudacumura, comandante de la milicia hutu ruandesa Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y buscado por el Tribunal Penal Internacional (TPI), ha muerto este miércoles en una operación del Ejército de República Democrática del Congo (RDC).
Mudacumura, que ha liderado durante años a las FDLR, ha sido abatido durante la noche en el territorio de Rutshuru, en el este de RDC, según ha informado el portavoz del Ejército, Richard Kasonga.
"La pasada madrugada, una unidad especial de nuestras Fuerzas Armadas ha localizado e identificado al siniestro Mudacumura" quien "ha sido neutralizado de forma definitiva", ha indicado a la emisora Radio Okapi.
El portavoz ha subrayado que el comandante rebelde era el hombre más buscado y era "autor de violaciones, robo, incendio y de las peores formas de violencia contra la población congoleña". "Su neutralización es una buena acción al servicio de los congoleños, para que puedan vivir en paz", ha defendido.
El Ejército ha aprovechado para lanzar un llamamiento a todos los miembros de los grupos armados que operan en el país --principalmente en el este--, "incluidos los restos de las FDLR" para que se entreguen a riesgo de seguir la misma suerte de Mudacumura.
El comandante de las FDLR era objeto de sanciones de la ONU desde noviembre de 2005 y el TPI había emitido una orden de arresto en su contra en 2012 por presuntos ataques contra civiles, asesinato, violación y tortura en los Kivus, en el este de RDC, donde miembros de esta milicia han estado operando desde el genocidio de 1994 en la vecina Ruanda.
Mudacumura fue el subcomandante de la guardia presidencial de Ruanda durante el genocidio, antes de huir a RDC junto con otros altos cargos de seguridad.
Allí, formó la milicia que posteriormente pasaría a llamarse FDLR y que se ha enfrentado de forma periódica con el Gobierno congoleño y otros grupos armados. Por su parte, el Gobierno de Ruanda citó la presencia de las FDLR en territorio congoleño para justificar intervenciones repetidas del otro lado de la frontera.
