Advierten de que aspiran a "arrancar importantes conquistas" en La Habana
BOGOTÁ, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se han declarado "optimistas" en el segundo aniversario del inicio del diálogo de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos, pero han advertido de que no están "derrotadas", por lo que seguirán "firmes" en sus demandas.
"Permanecemos optimistas por lo logrado hasta ahora. Son prácticamente dos los años en que la Mesa de Conversaciones se ha sostenido, contra las presiones de todos los sectores", ha dicho la guerrilla en su informe general sobre el proceso de paz.
El grupo armado ha señalado que incluso han tenido que hacer frente a "presiones" procedentes de la propia Casa de Nariño --sede gubernamental--, "que desde un comienzo aspiró a concretar el acuerdo final de paz en unos cuantos días".
"Y que nunca ha querido considerar el tema del cese el fuego, partiendo de la idea de que va a derrotarnos en el campo de batalla para que nos entreguemos en la Mesa de Conversaciones", ha añadido, apuntando que "a estas alturas ya debería haber comprendido que ese es un sueño imposible".
Las FARC han lamentado que "Santos parta de la idea equivocada de que somos una guerrilla vencida, desmoralizada y a punto de rendirse". "Cree ciegamente en lo que dicen sus asesores y sus generales. Por eso nos propuso dialogar, con la secreta ilusión de que nosotros aceptaríamos enseguida", han revelado.
A este respecto, han recordado que "incluso cometió la torpeza de ordenar que mataran al máximo comandante de las FARC 'Alfonso Cano', pensando que así nos quedaríamos sin cabeza y no sabríamos qué hacer, que nos rendiríamos ante él para salvar nuestras vidas".
"Pero se equivocó completamente", han afirmado. "Somos una organización político-militar con 50 años continuos de lucha revolucionaria y hemos pasado por toda clase de situaciones, unas muy favorables y otras muy desfavorables, pero siempre hemos sabido sostenernos y salir adelante", han destacado.
"La arremetida estatal de los últimos 14 años, con los Planes Colombia, Patriota y demás, fue capaz de causarnos daños, algunos considerables, pero ha estado muy lejos de ponernos en condiciones de inferioridad y derrota", han recalcado.
Las FARC han explicado que, "como revolucionarios somos hoy mucho más experimentados", y, además, "hay un pueblo que cree en nosotros y nos apoya contra todo el poder de la oligarquía y el imperialismo", por lo que "nunca hemos estado tan lejos de una entrega o rendición como ahora".
TIEMPO DE CAMBIOS
"Así que si aceptamos sentarnos a una mesa de conversaciones con el Gobierno, lo hacemos con nuestra propia idea: encontrar una solución distinta, de carácter civilizado y pacífico, a los graves problemas políticos, económicos y sociales que padece el pueblo colombiano", han aclarado.
"El diálogo para nosotros significa, en primer término, mostrarle a la oligarquía que hay otras maneras de tratar los problemas, y que es mejor por esas otras maneras. Por eso, cada vez que un Gobierno nos ha propuesto dialogar, lo hemos aceptado, incluso conociendo de las intenciones con las que lo hace", han remachado.
A este respecto, la insurgencia ha denunciado que "la oligarquía de este país siempre ha querido tratar los problemas por la vía de la represión, de la violencia y de la cárcel", recordando que "eso precisamente fue lo que originó el conflicto armado, primero con los campesinos y luego con una buena parte del pueblo colombiano".
"Creemos que junto con las mayorías de los colombianos, podemos en algún momento hacer comprender a esta oligarquía, que los problemas deben ser solucionados y no negados, y que se puede hacer por vías políticas y aceptando que se requieren muchas reformas y cambios en este país", ha apuntado.
LA "CONTRAPARTE"
Las FARC también han aprovechado este segundo aniversario para aludir a Santos. "Hay que reconocerle que, a diferencia de Uribe, aceptó que en Colombia existía un conflicto armado, y no una amenaza terrorista, y que tenía unas viejas causas que había que solucionar", han destacado.
"Haber reconocido eso, ya era algo muy importante para nosotros y para el pueblo colombiano. Otra cosa es que él crea que las soluciones son unos paños de agua tibia, pero ese precisamente es el gran tema de discusión en la Mesa de Conversaciones", han subrayado.
Para la guerrilla "el de Santos es un Gobierno oligárquico, reaccionario, neoliberal y militarista, que defiende por encima de todo los intereses de las grandes compañías, que piensa todo el tiempo en cómo acrecentar las ganancias para los más poderosos inversionistas nacionales y extranjeros".
"Un Gobierno enemigo de las luchas populares, campesinas e indígenas porque sabe que se oponen a los fabulosos proyectos que él tiene para los grandes capitales, y así quedó demostrado en el paro del Catatumbo y después en el paro agrario nacional, en los que la violencia, el asesinato, la represión y la cárcel fueron empleados como primeras armas de intimidación", ha recordado.
"Es un Gobierno completamente entregado a los intereses del imperialismo norteamericano --que incluso contribuye disimuladamente a la desestabilización de los gobiernos democráticos de los países vecinos-- y que aspira a que nuestro país desempeñe en nuestro continente el papel que hoy juega Israel en el Medio Oriente", ha añadido.
Con todo ello, las FARC han considerado que "Santos aceptó al final emplear la vía del diálogo y crear una mesa de interlocución con los campesinos que no se rindieron, porque se dio cuenta del desprestigio y el daño político que se hacía a sí mismo si no busca otro tratamiento para la inconformidad".
"Tal y como lo ha hecho desde siempre la oligarquía gobernante, guarda la aspiración de engañar a los líderes de la protesta social, de contentarlos con migajas, de ganárselos incluso para su proyecto político, pero otra cosa muy distinta pasa con quiénes se sientan a la Mesa de Conversaciones, que aspiran a arrancar importantes conquistas", han alertado.
