WASHINGTON, 2 Dic. (Reuters/EP) -
El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, ha anunciado este lunes que pronto lanzará nuevas directrices para acabar con la discriminación racial por parte de los agentes de la Policía federal, una medida muy esperada por los defensores de los derechos civiles.
Holder ha avanzado su plan en la Iglesia Bautista Ebenezer, en la ciudad de Atlanta, el mismo lugar donde predicó el líder de los derechos civiles Martin Luther King. Este anuncio llega solo unos días después de los disturbios en Ferguson, tras la decisión del gran jurado de Misuri de no procesar a un policía blanco por el asesinato del adolescente negro desarmado Michael Brown.
Holder ha dicho que anunciaría las directrices "en los próximos días", como parte de la respuesta del presidente, Barack Obama, a la tensión entre la policía y las comunidades minoritarias, que se ha puesto de manifiesto tras los acontecimientos de Ferguson.
El gobierno de George W. Bush ya prohibió la discriminación racial por parte de la Policía federal en el año 2003, pero sólo se aplica a los casos de seguridad nacional y no limitó a los oficiales en discriminaciones basadas en otros factores más allá de la raza, como el origen nacional, la religión o la orientación sexual.
Defensores de los derechos civiles llevan años pidiendo al gobierno que amplíe las directrices. Sin embargo, por el momento se desconoce a que grupos incluirá Holder. Las nuevas medidas no afectan directamente a la policía local o estatal, como puede ser el Departamento de Policía de Ferguson, donde trabajaba el oficial Darren Wilson --quien mató a Brown--.
En cualquier caso, los defensores de derechos civiles han explicado que estas directrices federales suelen servir de ejemplo para las agencias locales. "La nueva guía codificará nuestro compromiso con los más altos estándares de la actuación policial justa y efectiva", ha sentenciado Holder.
El de este lunes ha sido el primero de una serie de encuentros que el fiscal mantendrá con colectivos comprometidos con estas demandas, tal y como prometió Obama a raíz de las protestas en la ciudad de Ferguson y en el resto del país.
