ONTARIO (CANADÁ), 30 Ene. (Reuters/EP) -
El Gobierno canadiense ha presentado este viernes un proyecto de ley antiterrorista que contempla como delito incitar a realizar atentados en el país y otorga un papel más importante a los servicios de Inteligencia.
"El terrorismo yihadista, como se está viendo, es uno de los enemigos más poderosos a los que hemos hecho frente", ha declarado el primer ministro canadiense, Stephen Harper. El dirigente ha añadido que "la violencia yihadista no es un derecho humano, es un acto de guerra".
El borrador otorga a la Inteligencia canadiense la capacidad de interferir en planes de viajes o comunicaciones con el objetivo de desbaratar posibles atentados terroristas en territorio nacional. Hasta ahora, la agencia de espionaje se limitaba a recabar datos de interés para la seguridad nacional.
"Los canadienses entiende que sus libertades y su seguridad van de la mano. Esperan que el Gobierno garantice ambas y vamos a garantizar ambas", ha asegurado Harper, al tiempo que ha desestimado el argumento de que "los canadienses pierdan libertades por asegurar su protección".
El proyecto de ley, cuya aprobación está asegurada ya que los conservadores cuentan con mayoría parlamentaria, también facilita las detenciones preventivas y la Policía sería capaz de detener hasta siete días a sospechosos sin cargos.
Además, facilitará que los tribunales eliminen la propaganda terrorista de Internet con el fin de hacer más difícil el reclutamiento yihadista y contemplará que las autoridades eviten a canadienses viajar al extranjero para unirse a grupos extremistas.
El pasado mes de octubre, el terrorista Michel Zehaf-Bibeau mató a un miembro de las Fuerzas Armadas antes de lanzar un ataque contra el Parlamento. El suceso se produjo dos días después de la autorización parlamentaria para que el Ejército participara en las operaciones de combate de la coalición internacional contra el grupo extremista Estado Islámico.
