ADIS ABEBA, 14 Ago. (DPA/EP) -
Las autoridades de la región etíope de Benishangul-Gumaz, en el oeste del país, han informado de la muerte más de 170 milicianos procedentes de Sudán que tenían intención de atacar la Gran Presa del Renacimiento, el macroproyecto etíope que ha generado una enorme animadversión en el país vecino.
En un comunicado, las autoridades han descrito a estos milicianos como "elementos contra la paz" que pretendían "crear terror, matar civiles e interrumpir la construcción" de la presa.
Las autoridades etíopes han indicado que entre los fallecidos se encuentran integrantes del Frente Popular para la Liberación de Tigray, grupo en guerra contra el Gobierno etíope en el norte del país.
De confirmarse esta información significaría que las autoridades estarían acusando a la organización de sumarse a otras iniciativas para atacar al Gobierno etíope más allá del conflicto en las regiones de Tigray y Amhara.
La presa ha provocado la ira de Sudán y Egipto al entender que les arrebata los recursos del Nilo Azul. Los gobiernos de Egipto, Etiopía y Sudán alcanzaron en enero de 2020 un principio de acuerdo sobre los principales puntos de disputa en torno a la construcción de la presa y se comprometieron a firmar el documento final a finales de febrero, si bien Adís Abeba abandonó las conversaciones antes de firmar el acuerdo, algo que sólo hizo El Cairo.
Etiopía, que está financiando en solitario el proyecto y espera convertirse en el mayor generador y exportador de electricidad del continente, rechaza estas acusaciones. Las obras están siendo llevadas a cabo precisamente en la región de Benishangul-Gumaz y, una vez finalizadas, la presa será la más grande del continente.
