MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, ha reconocido este martes que una reunión en la sede de la cartera en la que se violaron las normas impuestas por la pandemia de COVID-19 fue un "error" y "no debería haberse celebrado".
Un informe publicado en la noche del lunes por el secretario general del Ministerio de Exteriores, Joe Hackett, concluye que hubo una "violación grave" del distanciamiento físico en una reunión para celebrar la entrada de Irlanda en el Consejo de Seguridad de la ONU en 2020. El documento recomienda a los funcionarios involucrados hacer donaciones a la caridad.
La investigación comenzó a raíz de una fotografía compartida en Twitter en la que puede verse a 20 funcionarios apiñados, sin mascarilla, y sujetando vasos con champán. El análisis señala que la fotografía inflige daños a la reputación del Ministerio de Exteriores y socava la moral de la ciudadanía.
Hackett concluye que su predecesor, el ahora embajador de Irlanda en Francia Niall Burgess, es el "responsable" de lo ocurrido, aunque también menciona que otros tres altos funcionarios podrían haber hecho "más" para evitar la celebración.
El funcionario, que no obstante reconoce que la reunión no estaba planeada, recomienda a Burgess que done 2.000 euros a organizaciones de caridad creadas a raíz de la pandemia de COVID-19, mientras que recomienda a los otros tres que donen 1.000 euros. Los cuatro se han comprometido a hacerlo.
Coveney, que ha descrito el informe como "justo" y "equilibrado", ha indicado en declaraciones a RTÉ que la reunión fue un "descuido", pero ha remarcado que duró "alrededor de un minuto". Sin embargo, ha asegurado que entiende que la fotografía haya podido molestar.
Además, ha indicado que no ordenó él mismo la investigación porque confiaba en Hackett para ocuparse del asunto y ha admitido que el "error" de Burgess fue "completamente atípico". Por último, ha asegurado que en el Ministerio de Exteriores irlandés se toman "muy en serio" las restricciones impuestas por la COVID-19.
Hasta el momento, las autoridades sanitarias de Irlanda han contabilizado más de 1,1 millones de contagios, incluidos más de 6.000 fallecidos a causa de la COVID-19.
