MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Los griegos están convocados este domingo a las urnas para votar en la primera ronda de las elecciones regionales y locales, unos comicios enmarcados en plena campaña para las elecciones europeas del 25 de mayo y que podrían desestabilizar al Gobierno del primer ministro, Antonis Samaras.
En total se elige a los representantes de los griegos en trece regiones y 325 ayuntamientos y, si ninguno de los candidatos logra la mayoría en primera ronda, el cargo se decidirá en la segunda vuelta, programada para el domingo coincidiendo con las elecciones al Parlamento Europeo. Sin embargo, los sondeos no dan resultados claros y los candidatos favoritos en la mayoría de los casos apenas superan el 20 o 30 por ciento de intención de voto.
En Atenas, Nueva Democracia respalda a Aris Spiliotopoulos, mientras que la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA) se postula con Gabriil Sekelaridis y el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) e Izquierda Democrática respaldan al actual alcalde ateniense, un independiente, Giorgos Kaminis.
En la segunda ciudad del país, Tesalónica, el independiente Yiannis Boutaris espera mantener la alcaldía frente al aspirante de Nueva Democracia, Stavros Kalafatis.
El otro gran objetivo de estos comicios es la región del Ática, en la que se encuentra la propia capital griega. Allí, el partido Nueva Democracia de Samaras presenta como candidato al exeurodiputado Giorgos Koumotsakos, quien deberá enfrentarse a la exdiputada Rena Dourou, de SYRIZA.
Destaca la multiplicación de opciones políticas con capacidad de lograr una representación en los próximos comicios y a modo de ejemplo, hay 14 candidatos a alcalde de Atenas, frente a los 8 que había en las elecciones de 2010.
REFERÉNDUM SOBRE LA PRIVATIZACIÓN DEL AGUA EN TESALÓNICA
Este domingo también está programado un referéndum no vinculante sobre el proyecto gubernamental de privatización del sistema de distribución de agua y la red de saneamiento de la ciudad de Tesalónica, una de las recomendaciones de austeridad impuestas a cambio del rescate de la 'troika' (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea) a Grecia.
La consulta no es vinculante, ya que no está respaldado por la Presidencia ni por una mayoría del Parlamento griego, pero los organizadores, grupos de la sociedad civil, esperan lograr con el mismo frenar la privatización.
Los sondeos apuntan a que más del 70 por ciento de los ciudadanos rechazan la privatización porque consideran de un servicio público que debe ser gestionado por el Estado para garantizar la calidad del agua y que su precio sea asequible.
