MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las condiciones de vida carcelaria de Saif al Islam Gadafi, el hijo del derrocado líder libio Muamar Gadafi, son "buenas", pero las autoridades de su país no le han permitido de momento el acceso a un abogado que le ayude en las causas abiertas en su contra por crímenes de guerra y contra la Humanidad, según informó este miércoles Human Rights Watch (HRW).
Una delegación de la ONG visitó a Gadafi el pasado 18 de diciembre en la prisión de Zintan, en el noroeste de Libia, gracias a una autorización del fiscal general, Abdelaziz al Hasadi, quien se han encargado de investigar el caso. El Consejo Militar de Zintan, que se encarga de la custodia de Gadafi, concedió 30 minutos a la organización para visita al hijo del exdictador.
"Saif al Islam Gadafi afirmó que está recibiendo buena alimentación y cuidados médicos y que no tiene nada que objetar a las condiciones físicas de detención", explicó un asesor especial de Human Rights Watch, Fred Abrahams, quien encabezó la delegación. "El trato es correcto, y al menos estoy en mi propio país", dijo Gadafi a la delegación de HRW. "No ha habido torturas ni nada parecido", añadió, citado en el comunicado de la organización.
"Su principal problema era la falta de acceso a familiares y abogados que puedan ayudarle en el caso", explicó Abrahams. Al Hasadi explicó Human Rights Watch que se le permitirá acceder a un abogado en el momento en que el Gobierno disponga de una lugar seguro de detención en Trípoli en el que el hijo de Gadafi esté a salvo de ataques, tanto de quienes intenten liberarlo como de los que deseen hacerle daño. La Fiscalía está gestionando ese lugar, precisó.
El código penal libio permite el acceso a un abogado en el momento en que lo pida el procesado. Las leyes especiales aprobadas durante el régimen de Muamar Gadafi limitaban ese derecho, pero esas restricciones son incompatibles con la Declaración Constitucional aprobada por los entonces rebeldes el pasado 3 de agosto, que garantiza un "juicio justo" y el "ejercicio del derecho a la defensa".
"Las condiciones de seguridad son, sin duda, delicadas, pero el Gobierno puede y debe encontrar la forma de garantizar una representación legal para Saif al Islam en Zintan", advirtió Abrahams.
"La nueva Libia trata de respetar los derechos de todos los detenidos. El mundo está fijándose en la forma en que Libia afronta este caso y Libia debe demostrar que garantizará a Gadafi todos los derechos que tan frecuentemente fueron negados en el pasado", añadió.
