MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha criticado este martes la decisión de la Guardia Costera de Libia de desembarcar a la fuerza en el puerto de Misrata a cerca de 90 migrantes que se negaban a abandonar el carguero que les había rescatado en el mar Mediterráneo cuando su embarcación estaba a punto de hundirse.
"Esta es la peor conclusión posible a la petición desesperada de la gente que estaba a bordo del 'Nivin' para evitar una detención inhumana en Libia", ha dicho Judith Sunderland, directora en funciones de HRW para Europa y Asia Central.
"La situación es el resultado de los esfuerzos de Italia y la Unión Europea para obstruir las operaciones de rescate de organizaciones no gubernamentales y empoderar a la Guardia Costa de Libia cuando incluso Europa sabe que Libia no es un lugar seguro", ha lamentado.
Por ello, ha reclamado a las autoridades libias que permitan a Naciones Unidas y al personal de las ONG visitar a las personas que han desembarcado y que encuentren alternativas a su detención, así como investigar el posible uso ilegal de la fuerza.
El carguero, de bandera panameña, rescató a los migrantes hace diez días y los trasladó a Misrata, donde solo 14 aceptaron el desembarco. Otros 92 se negaron, en el primer caso de este tipo del que se tiene constancia hasta ahora.
Un portavoz de la Guardia Costera, Taufiq Eskair, ha confirmado que una fuerza ha irrumpido en el barco y "ha utilizado pelotas de goma y gases lacrimógenos" para "forzar" el desembarco. Aunque ha reconocido que la acción se ha saldado con varios heridos, ha asegurado que todos están "en buen estado" tras pasar por el hospital.
Los migrantes han sido evacuados a un centro de detención de Misrata, en el marco de una iniciativa que, según Eskair, cuenta con el aval del fiscal general del país norteafricano.
