YAKARTA, 31 Ago. (DPA/EP) -
El Gobierno de Indonesia ha enviado a 2.500 agentes de Policía y soldados a la provincia de Papúa para sofocar los disturbios por las protestas que se están celebrando en el país durante las últimas semanas.
Las manifestaciones se deben a que la Policía entró por la fuerza y detuvo a 43 estudiantes papúes en la isla de Java que reivindicaban la independencia de su región natal durante el Día de la Independencia de Indonesia.
Los refuerzos iban a desplegarse en la capital regional, Jayapura, donde las tensiones entre los indígenas papúes y los migrantes de otras partes del país han ido en aumento desde el pasado jueves.
"Tienen la tarea de restaurar el orden y vigilar las instalaciones básicas", ha informado el portavoz de la Policía nacional, Dedi Prasetyo.
El jueves, los manifestantes incendiaron edificios gubernamentales y un centro comercial en Jayapura, lo que llevó a la Policía a disparar gas lacrimógeno y balas de goma.
Un día antes, un soldado y dos civiles perdieron la vida en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes en el distrito de Deiyai, según confirmaron las autoridades, mientras que los activistas dijeron que había hasta siete civiles muertos.
Las protestas antigubernamentales comenzaron el 19 de agosto, después de que las fuerzas de seguridad de la isla principal de Java percibieran un trato severo y racista de un grupo de estudiantes papúes.
El Gobierno ha impuesto un apagón de Internet desde el 21 de agosto en un intento de restaurar el orden en la región después de que varias personas incendiaran edificios durante estas movilizaciones.
El 17 de agosto, la Policía entró por la fuerza en un dormitorio de estudiantes de Papúa en Surabaya, la segunda ciudad más grande de Indonesia, y detuvo a 43 estudiantes por supuesta profanación de una bandera indonesia.
Las provincias de Papúa Occidental y Melanesia constituyen la mitad indonesia de la isla de Nueva Guinea. El Gobierno ha llamado a la calma muchas veces en Papúa, que vive actualmente la mayor demostración de violencia en años por parte de los civiles, que se manifiestan contra el racismo y la discriminación e incluso piden un referéndum por la independencia de Papúa, lo cual el ministro ha descartado completamente.
