Actualizado: miércoles, 14 octubre 2015 19:51

RABAT, 14 Oct. (Reuters/EP) -

Maati Monjib, un importante intelectual marroquí que comenzó una huelga de hambre la semana pasada, en protesta contra el acoso policial que sufre, se desmayó el jueves por la noche y se encuentra ingresado, según han informado este miércoles miembros de su comité de apoyo.

"Está aún en el hospital, creíamos que le darían el alta el miércoles por la mañana, pero los médicos han dicho que su presión arterial no es estable", ha lamentado Samad Ayach, uno de sus compañeros.

Monjib, profesor de historia política y estudios africanos en la Universidad de Rabat y periodista de agencias, comenzó una segunda huelga de hambre el pasado miércoles después de que las autoridades le prohibieran embarcar en un avión hacia Noruega para una conferencia internacional sobre periodismo en Lillehammer. El anterior ayuno, a principios de mes, duró tres días y el motivo fue similar: se le impidió ir a una conferencia en Barcelona.

"Sé que mi salud no tolera las huelgas de hambre, pero mejor morir que vivir en tal injusticia", afirmó Monjib dos días antes de que desfalleciera. Monjib es conocido en su país por apoyar el periodismo de investigación marroquí.

Un comunicado del Ministerio de Exteriores explica que impidieron los viajes porque Monjib estaba siendo investigado por mala gestión financiera del Instituto Ibn Rochd (Averroes). El escritor se vio obligado a cerrar el centro porque, según asegura, las autoridades prohibían muchos de sus encuentros y conferencias.

El Averroes y la Asociación Marroquí de Periodismo de Investigación (AMJI), otro grupo en el que Monjib estaba implicado, fueron fundados por Free Press, una organización con sede en Países Bajos, y por el Apoyo de Medios Internacionales (IMS).

CONTROL SEVERO DE LOS MEDIOS

Este intelectual y muchos de sus compañeros han sido interrogados por la Policía marroquí, tras ser acusados de manchar la imagen de Marruecos en el extranjero, obtener financiación de organizaciones extranjeras hostiles y desestabilizar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.

Hicham Mansouri, un periodista de investigación de AMJI, fue sentenciado a 10 meses de prisión acusado de adulterio el pasado marzo, auque los críticos del Gobierno aseguran que es un intento de amordazarlo.

La televisión marroquí está fuertemente controlada y algunas publicaciones se han visto obligadas a echar el cierre, que normalmente achacan a la presión de los anunciantes. Los periodistas disfrutan de más libertad, pero siguen corriendo el riesgo de ser encarcelados si escriben críticas contra el Gobierno.

La oposición asegura que el rey, Mohamed VI, está permitiendo que se coarten las libertades que prometió hace cuatro años como concesión a los manifestantes, que protestaban por la aprobación de una nueva Constitución que devolvía algunos poderes judiciales al Parlamento y al Gobierno, en unas inesperadas reformas políticas.

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