Asentamiento de refugiados rohingya en Bangladesh
REUTERS / DANISH SIDDIQUI
Actualizado: martes, 19 septiembre 2017 10:55

GINEBRA, 19 (Reuters/EP)

El jefe de la misión de la ONU que investiga la violencia en el estado birmano de Rajine, Marzuki Darusman, ha asegurado este martes que el Gobierno birmano todavía no le ha dado autorización para entrar en el país para poder investigar lo sucedido en esa zona desde finales de agosto.

"No hemos podido proceder más en el planeamiento de la presencia del equipo de investigación sobre el terreno hasta que no haya una clara señal del Gobierno de Birmania para autorizar el acceso del equipo al país", ha afirmado Darusman, en su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, con sede en Ginebra.

"Continuamos manteniendo las esperanzas, unas altas esperanzas para que esto se pueda resolver", ha afirmado el investigador jefe de la ONU. Darusman también ha pedido más tiempo al Consejo de Derechos Humanos de la ONU para investigar las denuncias de asesinatos masivos, torturas, violencia sexual, empleo de minas terrestres y quema de aldeas en el estado birmano de Rajine.

"Iremos donde nos lleven las pruebas", ha afirmado el presidente de la misión de investigación de la ONU, antes de solicitar una extensión de seis meses de la investigación de la ONU, para que se prolongue hasta septiembre de 2018.

El embajador de Birmania ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Htin Lynn, ha asegurado que la investigación liderada por Darusman no es "un procedimiento útil" y ha subrayado que el Gobierno birmano está adoptando medidas proporcionadas contra los terroristas que operan en Rajine y que está intentando mantener la paz en la región.

La última violencia en el estado birmano de Rajine comenzó el 25 de agosto, el día en que milicianos rebeldes rohingya lanzaron una serie de ataques contra varios puestos de control de las fuerzas de seguridad birmanas y contra el Ejército. La contraofensiva militar posterior acabó con 400 muertos y ha provocado la huida de más de 300.000 civiles rohingyas al vecino Bangladesh.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha asegurado que lo sucedido en Rajine desde finales de agosto es una "limpieza étnica de manual" y ha pedido al Gobierno birmano que detenga las operaciones militares en esta región.

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