Irán.- Albright, Fischer, Gemerek y Védrine piden a Bush que hable con Irán y prime la "valiente opción no militar"

Actualizado: miércoles, 26 abril 2006 18:55

MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

Madelaine Albright, Joshka Fischer, Jozias van Aarsten, Bronislaw Gemerek, Hubert Védrine y Lydia Polfer --ex ministros de Exteriores de Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Polonia, Francia y Luxemburgo, respectivamente-- piden hoy al presidente estadounidense, George W. Bush, que hable con el régimen iraní y prime la "valiente opción no militar" en el asunto del programa nuclear de Teherán.

En un artículo conjunto publicado en el 'International Herald Tribune', los firmantes encuentran "inquietantes" las informaciones de que la Administración Bush "pueda estar planificando activamente el lanzamiento en breve de ataques militares contra posibles instalaciones de armas nucleares en Irán".

Aunque el Gobierno estadounidense ha negado la veracidad de dichas informaciones, provocan "alarma" a juicio de los autores ya que informaciones y desmentidos similares precedieron a la decisión de Washington de invadir Irak en 2003.

"Reconocemos el legítimo derecho de Irán a tratar de obtener energía nuclear con fines civiles con las correspondientes salvaguardias internacionales. Los líderes europeos han realizado arduos esfuerzos para negociar una solución que respete las necesidades iraníes de desarrollo energético asegurando también el respeto de las normas de no proliferación", valoran en un primer momento.

"Lamentablemente", el Gobierno de los ayatolás sigue "resistiéndose a aceptar limitaciones verificables de su desarrollo de todo el ciclo del combustible atómico, incluyendo instalaciones para el enriquecimiento a gran escala de uranio que podrían emplearse para la fabricación de armas atómicas".

Además, la "amenazante y escandalosa retórica" del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha sido "motivo comprensible de preocupación" en Israel y otros países en torno a las intenciones iraníes. En el caso de Israel, este país tiene también "legítimas preocupaciones" de seguridad sobre la creciente capacidad militar de Teherán.

Pese a que las discusiones "sólo han sido parcialmente venturosas", un empleo "unilateral" de Estados Unidos de la fuerza contra Irán tendría "probablemente efectos desastrosos" sobre el clima de la seguridad internacional. "Es dudoso que ataques aéreos 'quirúrgicos' puedan tener éxito en la destrucción de todos los activos nucleares iraníes, mientras que, en general, se reconoce que una invasión a gran escala y la ocupación militar del país serían inmanejables", estiman.

Incluso si tiene éxito el poderío aéreo estadounidense en interrumpir por algún tiempo la capacidad de Teherán para desarrollar armamento atómico, Irán "bien podría hallar otros medios, incluido el terrorismo, para tomar represalias contra intereses occidentales en la región y otros lugares", añaden.

Por ello, un empleo unilateral de la fuerza por parte de Washington encontraría "poco apoyo" en Europa y "minaría aún más las relaciones transatlánticas" justo cuando Occidente se está recuperando de las divisiones que creó la invasión del Irak.

"Desde luego, Rusia y China se opondrían a unas medidas de ese tipo. Incluso estrechos aliados de EEUU en Asia e Iberoamérica presentarían objeciones a una acción militar estadounidense en las actuales circunstancias. Temiendo las consecuencias a largo plazo para su seguridad de un Irán aún más radicalizado, Turquía, Egipto y otros países vecinos tendrían nuevas razones para perseguir sus propios programas nucleares, socavando todavía más el régimen mundial de no proliferación", advierten.

Los ex ministros hacen hincapié en que los riesgos potenciales de emplear la fuerza son "suficientemente graves" para que insten en su lugar a Estados Unidos a que intente "primero la valiente opción no militar".

"Creemos que la Administración Bush debe seguir una política que ha estado rechazando durante años: intentar negociar directamente con los dirigentes persas sobre su programa nuclear. La Administración ya ha dado el primer paso para integrar al Gobierno iraní en cuestiones de la seguridad regional al autorizar a su embajador en el Irak, Zalmay Jalilzad, a discutir cuestiones relacionadas con la situación en el Iraq con representantes del Gobierno iraní, esperamos que también con representantes iraquíes", reconocen.

En este sentido, aplauden la decisión de la Administración, pero piden una ampliación del diálogo y que se eleve a un nivel más alto, desarrollando también conversaciones sobre cuestiones de seguridad nacional.

"Algunos aducirán que el actual Gobierno de Irán no esta dispuesto al diálogo. Ahora bien, todos los miembros del grupo firmante se han reunido con influyentes funcionarios iraníes en los últimos meses y han comprobado un interés generalizado en conducir una amplia discusión con EEUU sobre cuestiones de seguridad", aseguran.

Igualmente, constatan que los líderes gubernamentales de Europa, Rusia y Asia creen asimismo que unas conversaciones directas entre Washington y Teherán podrían manifestarse "más fructíferas" ahora que las negociaciones entre europeos y rusos con los iraníes sobre el programa nuclear de Irán han avanzado algo en la comunicación de las posiciones y preocupaciones mutuas.

"Por lo tanto, hacemos un llamamiento a la Administración Bush, esperando contar con la comunidad transatlántica, para que dé el valiente paso de emprender el diálogo con el Gobierno persa sobre la cuestión del programa nuclear de Irán", concluyen.