ROMA, 6 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS C. Giles) -
Toda Italia está conmocionada y sigue con atención las noticias sobre el secuestro de Tommaso Onofri, un bebé de 17 meses con graves problema de salud que fue raptado el pasado viernes y del que no se ha vuelto a saber nada.
El bebé, que necesita tomar medicinas varias veces al día porque sufre episodios de epilepsia, fue secuestrado el viernes después de que dos italianos, que al principio se creía que eran ladrones, entraran en la chalet de la familia Onofri en la localidad de Casalbaroncolo (Parma) y, después de inmovilizar a todos sus miembros, comenzaran a buscar dinero y objetos de valor. Sin embargo, solo encontraron 150 euros y al marcharse se llevaron al pequeño.
Los investigadores han descartado la hipótesis de un secuestro para pedir un rescate, dado que no se trata de una familia rica y aún no han hecho ningún tipo de petición y se inclinan por pensar que se trata de algún tipo de venganza por la actividad del padre, que es quien concede las hipotecas en una oficina de correos de la zona.
El bebé tiene problemas de salud debido a una grave forma de epilepsia y además en el momento del secuestro tenía fiebre y se le había diagnosticado además una bronquitis. Desde su secuestro, tanto el pediatra de Tommaso, como sus padres han pedido a los secuestradores que al menos le den el medicamento, un jarabe cada 12 horas para tener bajo control la epilepsia.
Un detenido por delitos de mafia, Pasquale Gagliostro,de 46 años, colaborador de la justicia y encarcelado en Parma, pidió ser escuchado al tener algunas noticias sobre quién estaría detrás del secuestro del pequeño Tommaso.
Durante este fin de semana se han repetido los llamamientos desde todos los sectores, incluso en los estadios de fútbol, para que se libere a Tommaso. Asimismo, se ha abierto una dirección de correo electrónico y una página web para pedir que sea liberado o para dar alguna pista sobre su paradero.
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