MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se ha mostrado "muy preocupada" ante las denuncias de un uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades de Sudán para reprimir la última ola de protestas, contra las cuales se habría utilizado incluso fuego real.
"Una respuesta represiva solo empeora las quejas", ha afirmado Bachelet, en alusión a las manifestaciones que se suceden en distintas zonas de Sudán ante el dererioro de la situación económica y la elevada tasa de desempleo. La oposición ha convocado nuevas movilizaciones para los próximos días.
La expresidenta chilena ha llamado a defender la libertad de expresión y del derecho de reunión, después de que el Gobierno sudanés haya confirmado que "24 personas han muerto" en el marco de las protestas hasta el 6 de enero, si bien hay informaciones "creíbles" que apuntan a una cifra de víctimas de "casi el doble".
Las autoridades también han confirmado el arresto de "al menos 816 personas", entre ellas no solo manifestantes, sino también periodistas y dirigentes opositores, según un comunicado del Alto Comisionado, que ha denunciado también incidentes violentos en el interior y las inmediaciones de varios hospitales.
"El Gobierno necesita garantizar que las fuerzas de seguridad responden a las protestas en línea con las obligaciones internacionales de Derechos Humanos, facilitando y protegiendo el derecho de reunión pacífica", ha reclamado. Asimismo, ha pedido que todos los que hayan sido detenidos "arbitrariamente" sean puestos en libertad y que haya una investigación "transparente" para depurar responsabilidades.
La Alta Comisionada confía en que las autoridades "resuelvan esta tensa situación a través del diálogo", por lo que ha instado a "todas las partes" a no utilizar la violencia para defender sus diferentes posiciones, y se ha ofrecido a enviar un equipo a Sudán para asesorar al Gobierno en materia de libertades y derechos.
