EL CAIRO, 31 May. (Reuters/EP) -
La junta de Sudán ha acusado este jueves a los manifestantes concentrados frente a la sede del Ministerio de Defensa de secuestrar un vehículo de una fuerza paramilitar y ha dicho que la sentada se ha convertido en una amenaza para el país.
Un portavoz del Consejo Militar de Transición ha recalcado que se adoptarán medidas legales contra aquellos que cometan actos ilegales en la protesta, según han informado los medios estatales.
El robo del vehículo de las Fuerzas de Respuesta Rápida ha tenido lugar un día después de la muerte de una mujer tras ser tiroteada por un soldado cerca de este mismo lugar. El Ejército lo achacó a que el militar "estaba borracho".
El incidente tuvo lugar durante la segunda jornada de una huelga general convocada por la oposición para presionar a la junta y avanzar en las negociaciones de cara a una transición a un gobierno civil.
La oposición sudanesa, aglutinada en una coalición denominada Declaración de Fuerzas de Libertad y Cambio (DFLC) aseguró el lunes que iba a seguir adelante con la convocatoria de la huelga general para los próximos dos días a pesar de las reticencias mostradas por algunos partidos.
El Partido de la Umma, uno de las principales formaciones opositoras, rechazó el llamamiento a la huelga y sostuvo que "el arma de la huelga general debe ser utilizada en circunstancias acordadas" por la oposición.
Las conversaciones entre el Consejo Militar de Transición y la oposición se encuentran estancadas después de semanas de negociación sobre la composición del Consejo Soberano, que sigue siendo el principal punto de fricción entre las partes.
Pese a ello, el portavoz de la junta, Shams el Din Kabashi, apuntó el martes que las comunicaciones no han quedado suspendidas y que hay un comité conjunto que continúa sus trabajos, según la cadena de televisión Al Hadaz TV.
Así, agregó que el Consejo Militar de Transición no dará marcha atrás en los compromisos alcanzados hasta ahora con la oposición, tal y como recogió la agencia de noticias Reuters.
